Langreo, J. A. VEGA

La historiadora y profesora de Arte de la Universidad de Oviedo Pilar García Cuetos impartió una charla en la Casa de La Buelga, en un acto organizado por la Universidad de Oviedo y Cauce del Nalón, en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. En la charla estuvo acompañada por Aladino Fernández, director de la Casa de La Buelga, y Miguel Ángel Martínez, de Cauce. García Cuetos comenzó su intervención diciendo que, «a diferencia de la arquitectura industrial, la de ocio y comercio está bastante olvidada, porque se transforma y modifica y los edificios y sus infraestructuras se están deteriorando o en peligro de desaparición».

En el caso de Langreo fueron frecuentes la mezcla de vivienda, ocio y comercio. Los dos espacios más significativos son la Inmobiliaria Felgueroso, en Sama, y SETSA, en La Felguera. Hay una segregación espacial, en la que la burguesía se reservaba los mejores espacios de la ciudad. En el caso de Sama, desapareció la plaza de ganados y el lugar pierde el sentido de espacio público.

Pilar García comenzó hablando del edificio de Almacenes Cuesta, edificado en el año 1945 por el arquitecto Rodríguez Bustelo, con más obra en Langreo como el Chalé de Dirección de la calle Conde Sizzo y la sede del Banco Herrero, realizadas en un lenguaje muy historicista.

Sin embargo, comentó que este inmueble tiene un corte más moderno y racionalista, siguiendo el modelo de las fachadas plancha de Chicago y claramente influenciado por el edificio Capitol de la Gran Vía madrileña. Los almacenes tenían un interesante diseño de mobiliario interior del que no queda nada.

El segundo edificio que destacó la historiadora fue Almacenes El Mapa, obra del arquitecto Suárez Aller realizada en el año 1954. Nacido en Sama, Aller fue, en palabras de la ponente, «uno de los mejores arquitectos asturianos, y por eso hay que hacerse con el fondo de su obra». A la hora de hablar del edificio se detuvo exhaustivamente en las viviendas construidas encima de los almacenes, que Cuetos pudo ver en los planos conservados en el Archivo de Langreo. Por eso dijo que eran de gran relevancia, frente a otros construidos en los años cincuenta, ya que tenían 300 metros cuadrados en los que se incluían novedades como el cuarto de la plancha y el office. La renta de estos pisos llegaba a 600 pesetas, «todo un dineral en la época».

La tercera referencia arquitectónica lleva la firma de los hermanos Somolinos, que ya habían realizado la Casa Sindical de Oviedo. Se trata de Casa Castaño, edificada con plancha muy urbana y con gresite en la fachada. Cuetos afirmó que «el edificio es todo un avance y se construyó en 1955, diez años antes que Almacenes Al Pelayo en Oviedo, considerado por mucha gente como el más antiguo de Asturias».

Revolucionaria fue la propuesta que los arquitectos Julio Galán y Alfonso Castañón hicieron para los Almacenes Escudero, porque ya no tiene viviendas adosadas y dispone de ascensor interior. El edificio, realizado en el año 1968, bebe, según la ponente, «de una estética pop que se visualiza en la fachada de vidrio pintado en rojo».

La charla, que estuvo acompañada en todo momento por fotografías de los edificios mencionados, volvió a centrarse en el conjunto del Felgueroso y la polémica en torno a su construcción sobre un espacio público que perdieron los habitantes de Sama. La ponente recordó que había hablado con el arquitecto González Aller antes de su fallecimiento y éste le comentó que había realizado un viaje a Estados Unidos, donde visitó edificios de Nueva York y Chicago. «Quizás en esa visita descubrió la Escuela de Teología de la Universidad de Chicago, porque su parecido es asombroso», como mostró en una fotografía al público asistente a la charla.

En su tarea de investigación, «labor que coincide con la de los detectives», Pilar Cuetos descubrió dos planos de fachada diferente para el cine. Uno con un gran «Oscar» y otro más español, con un Quijote, aunque al final se optó por la cristalera que se mantiene. Ella defendió que la obra de Suárez Aller «está en la línea del gran vanguardista Álvarez Castelao, que trabajaba con pintores y escultores en sus obras; por eso él pide a Zuco que haga el mural recientemente rehabilitado».

Cuetos finalizó su intervención dando un toque de atención sobre el peligro que corren esos edificios comerciales y recordando que «Langreo no ha querido ni quiere conservarlos». Por eso propone que los almacenes El Mapa se conviertan en un museo del comercio.