Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Los ayuntamientos del Caudal ya están estudiando el «Documento inicial de proyecto» del futuro corredor ferroviario de alta velocidad Pola de Lena-Gijón, que atravesará la comarca por el cordal que une Lena, Mieres, Riosa y Morcín. Se trata de un informe ambiental previo que establece un posible trazado que las administraciones locales deben analizar para, posteriormente, presentar observaciones sobre los impactos y posibles incompatibilidades con zonas o asentamientos de interés. La iniciativa, no obstante, no ha generado mucho interés entre los dirigentes políticos de la Montaña Central, que valoran el documento como «impreciso y poco detallado». Aún así, los consistorios han señalado ya los primeros enclaves que deben respetarse, donde no debe posarse el AVE.

El Ayuntamiento de Mieres reconoce que necesita «algo de tiempo» para analizar con profundidad el documento. El vicealcalde, Roberto Rodríguez, intuye que el trazado no generará grandes problemas en el municipio, «sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte irá soterrado». Únicamente hay cierta preocupación ante la posibilidad de que el recorrido pueda afectar al turístico valle de Cenera, aunque «la primera impresión es que no tendrá mucha influencia sobre esta zona». Partiendo de esta base, Rodríguez advierte que si se detectara algún impacto, llegado el caso, se presentarían alegaciones.

El Ayuntamiento de Morcín espera que el Ministerio de Fomento ponga sobre la mesa una propuesta definitiva con un reducido impacto ambiental. En este sentido, el regidor, Jesús Álvarez Barbao, es abiertamente partidario de un trazado subterráneo. Para el Gobierno local la principal preocupación es que la línea de alta velocidad se aleje lo más posible de los núcleos de población del concejo. Según el borrador entregado a los ayuntamientos, el trazado podría discurrir por las proximidades de Santa Eulalia, la capital del municipio, un espacio en expansión que ha duplicado su población durante los últimos tres lustros. «Lógicamente estamos en contra de que pase cerca de la capital, ya que es el único asentamiento que gana población en el concejo», señaló Álvarez Barbao, que confía que al final no haya imposiciones: «Estamos en un periodo de cambio de opiniones y es el momento de plantear sugerencias».

En Riosa el documento redactado por Medio Ambiente está siendo analizado desde una prudente lejanía. «Es un informe poco preciso que establece una franja de actuación poco concreta», señala el alcalde, José Antonio Muñiz, que tras un primer análisis sostiene que las poblaciones del concejo no se verán afectadas. Tampoco los enclaves turísticos, como el Angliru o las minas de Rioseco, corren aparentemente ningún tipo de peligro. Si bien no entra dentro de las competencias municipales, a Muñiz únicamente le genera dudas la influencia sobre el pozo Monsacro: «Podría ser un problema, ya que se encuentra dentro de la zona de influencia del trazad planteado, pero supongo que es algo que se tendrá en cuenta».

El Gobierno de IU en Lena es, sin ninguna duda, el más crítico con la planificación del avance del AVE hacia el centro de la región. El alcalde, Ramón Argüelles, afirma que este proyecto «no tiene demasiado sentido». Después de ver como la obra de la variante de Pajares ha dejado una enorme cicatriz en el concejo, el regidor muestra ya poca preocupación por el trazado que seguirá la alta velocidad hacia Oviedo que, por muy severo que resultara con el municipio, nunca se aproximaría al daño ya causado. Argüelles va mucho más lejos: «Consideramos que es un despilfarro gastarse 1.500 millones en una línea que, al final, únicamente restará a los usuarios del AVE unos 10 minutos del trayecto entre Asturias y Madrid».

La solución alternativa que propone Argüelles es, una vez concluya la obra de la variante de Pajares «poner desde Lena trenes lanzadera a las principales poblaciones de la región». De esta forma, el regidor defiende que se ahorrarían 1.500 millones de euros sin generar apenas perjuicios a los usuarios del AVE.

Si los ayuntamientos de la comarca del Caudal no muestran mucha preocupación por la incidencia del trazado del AVE en el territorio, entidades como la Federación de Montaña tampoco ven excesivos problemas, siempre que, como parece, la línea quede prácticamente soterrada en su totalidad. «Los zonas afectadas no tiene un gran valor paisajístico y, en esencia, son espacios de aprovechamiento ganadero», apuntó Ángel Fernández Ortega, quien advierte, no obstante, de que un pronunciamiento más preciso requeriría de conocer al detalle los informes.