Mieres del Camino,

C. M. BASTEIRO

El oso pardo vuelve a las Cuencas. Lena, Aller y Caso son tres puntos clave para la recuperación de la especie. Los expertos aseguran que la vertiente lenense del parque natural de Las Ubiñas vuelve a ser, tras dos décadas de paréntesis, un núcleo de asentamiento de la especie después del avistamiento de una osa con dos crías hace unas semanas. En Aller, el paso de plantígrados es cada vez más frecuente y Caso cuenta un hábitat adecuado para servir como entrada a la región de ejemplares de la población oriental.

La zona sur del concejo de Lena, concretamente los montes que forman parte del parque natural de Las Ubiñas, es históricamente un lugar de distribución, es decir una zona en el que hay una presencia estable de osos. Hacía relativamente poco que el concejo de Lena, junto con Quirós, había dejado de tener plantígrados. Sin embargo, el testimonio de José Luis González, que vio desde Tuiza de Arriba a una osa con dos esbardos por el monte de El Forquéu, reavivó las esperanzas. La última noticia de la presencia estable de osos en los montes lenenses de Las Ubiñas data de 1985, aunque hubo un caso aislado de una hembra en 1995, según la Fundación Oso Pardo (FOP).

«Estamos ante una gran noticia». Esta fue la primera reacción del coordinador de proyectos de la FOP, José Luis García Lorenzo, después de conocer el testimonio del vecino lenense. La osa de Tuiza de Arriba iba acompañada, casi con total seguridad, por «dos esbardos de segundo año, lo que implica que la noticia es aún mejor».

La aparición de la hembra en Tuiza, según el presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), Roberto Hartasánchez, significa que la osa «nació en un lugar cercano al entorno». Con la llegada del verano, y la época de celo de los plantígrados, la osa de Tuiza «tendrá que separarse de sus crías, y los esbardos, posiblemente, se queden en la zona», señaló José Luis García Lorenzo.

La consolidación de una población osera en Lena está directamente relacionado con la existencia de un hábitat adecuado en el denominado corredor interpoblacional. Lena y Aller son los dos concejos asturianos que forman parte de la zona de paso entre las dos poblaciones de plantígrados de la Cordillera Cantábrica. José Luis García Lorenzo marca «la autopista del Huerna» como «frontera» entre la población occidental y el inicio del corredor interpoblacional.

La autopista que conecta Asturias con la Meseta es uno de los principales escollos que dificultan el paso de osos entre ambas poblaciones. Por eso, el proyecto «Life+ Corredores Oso», impulsado por FOP, centra sus esfuerzos en la plantación de frutales en vías alternativas y la apertura de caminos para favorecer el tránsito osero.

El trabajo está ofreciendo buenos resultados. A principios de esta semana, una vecina allerana relató que se había encontrado con un oso en la localidad de Llamas. Es el primer avistamiento del verano en la zona, después de que los plantígrados dejaran su rastro en el anterior estío, destrozando varias colmenas en Casomera y Río Aller.

En Caso no hay indicios de población asentada aunque sí, según García Lorenzo, de «presencia de algunos machos, aunque lo que da estabilidad poblacional son las hembras». El FAPAS, con otros grupos ecologistas, ha pedido la reintroducción de la osa «Lara», el esbardo hallado herido en los montes de Cangas de Narcea, en el parque natural de Redes. «Lara» lleva tres meses sobreponiéndose en el «hospital» de la fauna de Ladines, en Sobrescobio, de sus lesiones y la decisión sobre su futuro aún no está tomada. Su suelta en Redes sería todo una avance en la recuperación del oso en las Cuencas.