Rioturbio (Mieres), I. G. A.

Las espadas están en alto. Ya no destacan exclusivamente las grandes voces consagradas. Las fases eliminatorias del concurso de tonada «Cuenca del Caudal» están viendo desfilar a una nueva generación de cantantes con ganas de hacerse notar. Son alumnos de algunas de las voces consagradas, pero alumnos con ganas de tomarle la delantera a sus profesores.

Los espectadores salen ganando. Hasta hace escasa fechas todo quedaba resumido en Celestino Rozada y Jorge Tuya, para el primer puesto de las voces masculinas, y Marisa Valle Roso y Lorena Corripio, para el correspondiente de las femeninas. Ahora, la lucha es más encarnizada. El número de grandes voces se amplía. Quizás aún es temprano para derrocar a las grandes. Pero ya están apuntando maneras para hacerlo en cualquier momento.

Con tres piezas a la gaita, abrió en el escenario de Rioturbio la penúltima eliminatoria José Manuel González, vecino de Mieres. Dejó paso a José Tronco Valle, una de las voces más reconocidas por los espectadores, que procede de Cangas del Narcea y calentó las manos de los espectadores con piezas más que conocidas.

La primera intérprete de la tarde fue María Llatores, con una fuerza tremenda y unas ganas de comerse el mundo que llaman especialmente la atención. Un cantante joven al que siguió otra voz joven, la del llanisco Abel Noriega, y después el carbayón José Ramón Sierra. Demostrando, en conjunto, el buen momento que están pasando estas nuevos valores.

Otra de las grandes voces de la tarde tomó el relevo sobre el escenario, Rogelio Suárez. Espléndido, en un momento de voz inmejorable. Con ganas de vender dura su permanencia en la elite de los grandes. Algo que se volvió a sentir con los dos siguientes participantes, Lorena Corripio y Celestino Rozada.

Lorena y Celestino van a vender caro su primer puesto alcanzado en la pasada edición del «Cuenca del Caudal». Siguen haciendo disfrutar a sus seguidores. Siguen demostrando que, si no son los mejores, estarán muy cerca de serlo. No obstante, son dos voces jóvenes, pero con un historial tremendo a sus espaldas.

Y cerró la tarde Manuel Rosa Llera, desde Lliberdón, en el concejo de Colunga. Dejando en los presentes un cúmulo de buenas sensaciones. Y, más que nada, el sentimiento de que las semifinales y la gran final de este año, serán reñidísimas. Muchos apuntas maneras. Los nervios acabarán decidiendo muchos primeros puestos. Sólo los nervios. Porque la discusión sobre las voces acaba pasando a un segundo plano. Todas son buenas.