Moreda (Aller),

C. M. BASTEIRO

El Corredor del Aller se ha convertido en la obra infinita de la comarca. La construcción de la Variante, que unirá Ujo con Cabañaquinta, arrancó en 1994 pero no tiene fecha para su fin. Los dos tramos de la vía que se han concluido contaron con una inversión de 41 millones de los fondos mineros. En esta ocasión, los fondos se escapan de las críticas a los retrasos ya que la última parte de la vía, que unirá Corigos con Cabañaquinta, se financia desde el Principado.

La primera piedra del tramo de Ujo a Moreda se puso en 1994. La primera parte de la actuación, con una extensión de siete kilómetros, se dio por finalizada en 1998. La construcción de la variante supuso un gran desarrollo para la conexión del concejo, ya que permitió descargar el tráfico de la antigua carretera AS-112 en el tramo más transitado. En 1999, las obras arrancaron en Moreda para completar la unión hasta Corigos. Este tramo, con una extensión de 5,5 kilómetros, también estuvo financiado por fondos mineros y terminó en 2005.

La inversión de fondos mineros para completar el Corredor del Aller aún no ha terminado. A la partida de 41 millones se añadirá una nueva inversión de 13 millones que está prevista para el enlace de los polígonos de Marianes con Corigos. El proyecto tendrá que incluir la reparación del argayu que mantiene un carril de la vía cortado desde el temporal de lluvias de junio de 2010.

El proyecto recoge la construcción de una rotonda sobre el Corredor con sus respectivos ramales y un vial que bordeará el área deportiva de Caborana, cruzando el río Aller, para discurrir entre el polígono de Marianes. La vía conectará después con una rotonda, denominada glorieta de Villanueva, que dará acceso a la carretera de Boo. La licitación se aprobó hace unas semanas en Consejo de Gobierno.

El último tramo de la obra del Corredor, entre Corigos y Cabañaquinta, es el que acumula un mayor retraso y el único que no se ha financiado a través de fondos mineros. El Principado cifra la inversión total en esta parte de la actuación, con 5,5 kilómetros de extensión, en 26 millones de euros. Por su orografía, se trata de la mayor inversión y la ejecución de la obra más complicada. De hecho, comenzó a construirse en 2006 y actualmente está paralizado, mientras el Principado busca fórmulas para no despedir a la empresa encargada de la ejecución. Sufrió un primer parón hace años, cuando Confederación Hidrográfica del Cantábrico obligó a cambiar el proyecto, pero las obras se retomaron en la primavera de 2010. El Principado ha reducido la partida de 2011 de esta actuación en 3,3 millones de los 3,9 millones que tenía asignados.