Langreo / Mieres, L. M. D.

El patrimonio minero de las Cuencas está pasando de tener un interés meramente industrial a formar parte de la historia y la cultura de Asturias. Así lo considera la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado, que ayer ratificó la inclusión en el inventario del Patrimonio Cultural de Asturias de los castilletes y diversas estructuras anexas del pozo María Luisa, el pozo Samuño y el lavadero de Modesta en Langreo, y del pozo Monsacro en Riosa.

En el caso del Monsacro, que sigue en funcionamiento, Cultura determina la protección del castillete, la bocamina, la mina escuela y el polvorín. La bocamina del Monsacro data del año 1921, y se trata, según el Principado, de una de las primeras minas que se explotaron con «métodos y modos capitalistas en la zona». La mina escuela es un edificio de hormigón armado que se utilizaba para la formación de los trabajadores antes de que se incorporasen al interior de la explotación. Por su parte, el castillete se construyó en el año 1958, cuando la mina era propiedad de Ensidesa. El polvorín se levantó en 1950, y es un túnel que se interna en la montaña como una galería de mina tradicional.

Del pozo Samuño, los elementos considerados Patrimonio Cultural son la bocamina, el castillete y la casa de aseos, además del Socavón Emilia, que va a formar parte del recorrido del tren turístico del ecomuseo del Valle del Samuño que impulsa el Ayuntamiento de Langreo. La bocamina del pozo Samuño data de 1892 (la actividad extractiva se mantuvo hasta el 2001). El Socavón Emilia fue propiedad de Carbones La Nueva y se construyó en 1904. El castillete es moderno, de 1985, cuando sustituyó al antiguo de 1943.

La Consejería de Cultura también considera dignos de protección el castillete y la sala de embarque del pozo María Luisa, que sigue en activo. El castillete se construyó en 1940 y fue reformado en 1973, y en él se utilizó por primera vez la técnica de soldadura para este tipo de estructuras. La sala de embarque se hizo en 1941, con una estructura de acero laminado y con un cierre perimetral a partir de placa metálica y fibrocemento.

Por su parte, los elementos que se protegen en el lavadero de Modesta (que se está convirtiendo en un polígono industrial tras dejar de funcionar en 2007) son su bocamina y el castillete. La bocamina data de 1911. Según explica la Consejería, la zona de Modesta conoció «una pronta explotación minera de montaña» a la que luego sucedería un pozo vertical con su castillete, que se construyó alrededor de 1930. Tras dejar de ser una explotación minera, Modesta pasó a concentrar el lavado de carbones de Hunosa en toda la comarca del valle del Nalón.