Asturias no es la única comunidad interesada en explotar el negocio de la biomasa. La vecina Galicia tiene un plan abanderado por el Gobierno regional que supone la creación de 14.000 puestos de trabajo hasta 2020. Ventajas fiscales, bonificaciones y ayudas son tres de las medidas que tomará la Xunta de la Galicia para apoyar estos proyectos. En Asturias, tanto la hullera estatal Hunosa como los propietarios de fincas forestales del Caudal ya han tomado buena nota y preparan su ofensiva para hacerse con una parte del pastel de la biomasa.

El impulso a la biomasa se enmarca dentro del compromiso de España con la Unión Europea para el desarrollo de 1.350 megavatios de potencia para el periodo 2011-2020. De ese total, todavía restan por instalarse 730 megavatios y Galicia pretende copar la mayoría argumentando que la región posee el 50 por ciento de los recursos forestales de España. Por ello, el Gobierno gallego ha preparado un plan especial que incluye ventajas fiscales para los promotores, una bonificación del impuesto de transmisiones patrimoniales que afectará a cualquier tipo de planta renovable y un plan de acción integral con 10 millones de euros en subvenciones para la implantación de 1.000 calderas alimentadas con biomasa y la puesta en valor de 18.000 toneladas de biomasa.

Mientras tanto, en Asturias, el Principado también trata de potenciar la biomasa. Así, cuenta con una línea de ayudas para obtener biomasa a través de las matas de castaño. Una convocatoria de la que espera beneficiarse la asociación de propietarios de fincas forestales del Caudal "El Maeral", ya que el 80% de la masa forestal que tienen es de esta especie, aunque también tienen parte de roble y fresno. Sus expectativas son que el Gobierno regional convoque estas ayudas en el primer trimestre del año que viene. Después, la asociación gestionará las solicitudes de todos sus asociados, que suman casi un millar de hectáreas. El siguiente paso, tal y como explicaron desde el colectivo será solicitar los correspondientes permisos para poder iniciar la actividad y obtener la biomasa de sus fincas. Un proceso que todavía se alargará un año, ya que tras la obtención de los residuos, estos tendrán que ser astillados y pasar por un proceso de secado antes de poder suministrarse. La idea es que los residuos vegetales sirvan de materia prima a Hunosa tanto para su nueva central eléctrica alimentada con biomasa como para la central térmica de La Pereda en Mieres, que podrá consumir biomasa en mayor cantidad tras hacerle una modificación técnica ya presupuestada en las cuentas estatales para el próximo año.

Sin embargo, el colectivo podría iniciar la actividad de forma experimental antes de que acabe el año. Su presidente, Tino Alonso, ya había solicitado la ayuda del Principado en la convocatoria del presente año. "Si nos concede la ayuda, tramitaremos los permisos para la obtención de la biomasa de esta finca a modo de ensayo, ya que sólo son 20 hectáreas", resaltó Alonso.

Para obtener estos permisos, los propietarios necesitarán que sea una empresa especializada la que se encargue de recoger los residuos vegetales. "Ya hemos hablado con una compañía que podría realizarlo y cumplir con todos los requisitos del Principado", resaltó Alonso, destacando la buena sintonía que existe con el Principado para llevar a cabo este ilusionante proyecto. De hecho, la relación con el Gobierno regional también espera materializarse con el desarrollo de cursos de formación para propietarios.

La idea es realizar alguno de los cursos que imparte el Centro Tecnológico y Forestal de la Madera (Cetemas) para conocer cómo evaluar las matas de castaño de sus fincas y sus posibilidades de gestión. Asimismo, el colectivo pretende llevar a cabo una asamblea de socios a finales de noviembre para dar a conocer los últimos avances de su proyecto sobre la biomasa.