Las piscinas de Riaño recibieron ayer a sus primeros bañistas del verano. La instalación reabrió sus puertas en una jornada en la que el tiempo no acompañó. Sin embargo, un amplio grupo de usuarios no se dejó amedrentar por las nubes. Fueron 43 los bañistas que habían pasado por taquilla a última hora de la tarde, principalmente jóvenes que saborean las primeras jornadas sin clases. Se espera mayor afluencia en los próximos días.

El pago de la entrada, que el año pasado era gratuita, ha sido bien aceptada por los vecinos. De esta manera, consideran, se puede limitar el número de asistentes y así garantizar mayor seguridad. "Me parece muy bien que haya que pagar para evitar aglomeraciones y que sea todo más selectivo", según Maite Palicio, que añade: "Si no, para un solo socorrista es demasiado". El precio para adultos es de 2,80 euros y de 1,40 para niños. También se da la posibilidad de obtener bonos por temporada o para 15 usos. El bono de 15 usos para niños tiene un precio de 16 euros y el de temporada, de 40. En el caso de los adultos, son 29 euros para los 15 baños y 70 euros por temporada. El precio del bono mensual es de 48 euros y por unidad familiar, de 100.

Las piscinas de Riaño se han convertido en una de las principales alternativas para los usuarios de la zona tras el cierre en 2010 de las piscinas de La Reguera, al ser las únicas de titularidad pública al aire libre. El año pasado, después de estar paradas tres temporadas, se logró completar el aforo, de 500 personas, en alguna de las jornadas. "Deberían abrir las piscinas de Pénjamo o ampliar estas", propone el socorrista Miguel Peruyero, que teme verse desbordado por la carga de trabajo más adelante: "Necesito un poco de ayuda".

Los jóvenes, mayoría en la tarde de ayer, consideran que la rehabilitación de las piscinas han quedado bien aunque advierten de que "el suelo resbala", según afirmó Marcos Rodríguez. También se reclama el acondicionamiento del polideportivo y la reapertura de la que fue la cafetería del establecimiento. "Así los críos no tendrían que bajar hasta el supermercado", esgrimió Peruyero.