La empresa Hunosa urge al Principado a desbloquear los presupuestos para acceder al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Se trata de una ayuda imprescindible para llevar el calor del agua de minas hasta las nuevas viviendas de alquiler de la Mayacina y conseguir, así, su primer proyecto de calefacción para casas a través de la geotermia. La presidenta de la compañía estatal, María Teresa Mallada, afirmó que no pueden hablar de un calendario de actuaciones sin que el Gobierno del Principado haya "habilitado las fórmulas" para no desaprovechar las citadas subvenciones. Mallada encabezó ayer la visita a las instalaciones de la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), que acaba de estrenar un nuevo equipo de climatización que aprovecha el agua del pozo Barredo.

Un equipo de Hunosa se encargó de las obras, previamente adjudicadas, para implantar el nuevo sistema. Es una calefacción similar -aunque con menor potencia- a la que ya se usa en el hospital de Santullano y los edificios de investigación y residencia de estudiantes del campus universitario de Mieres. El director de la Faen, Fermín Corte, explicó que "antes teníamos un sistema convencional que, en los últimos años, nos había dado algunos problemas. Tuvimos que reparar averías grandes".

Mallada recorrió las instalaciones con Enrique Álvarez Areces, jefe del Departamento de Desarrollo y uno de los responsables de la actuación. También estuvieron presentes Javier Sopeña Velasco, director de Energía y Nuevos Desarrollos de la compañía pública; Belén Garzón, jefa de servicio; y Albino González, adjunto. Garzón fue la encargada de explicar el funcionamiento de la bomba de calor, el "cerebro" de la climatización de Faen. Permitirá ahorrar un sesenta por ciento en la factura, unos seis mil euros anuales, y evitará el mismo porcentaje de emisiones.

Proyectos como el de las instalaciones de Faen, aseguró Mallada, son los que demuestran que "la geotermia es una realidad, que va dando pasos". Unos pasos, matizó a renglón seguido, que "no siempre son tan rápidos como nos gustaría a todos". Es el caso de la climatización de los nuevos pisos de alquiler de la Mayacina con el agua de minas, actuación prácticamente asegurada pero a la espera de la recepción de ayudas europeas.

Hay dos razones por las que este proyecto precisa de una subvención: la primera, que la Mayacina no está en el entorno más próximo al pozo de Barredo. También que el ahorro no resultaría igual de rentable que en el caso del hospital de Santullano, un edificio más grande y más demandante. "Saldría rentable, pero las ayudas son necesarias", matizó Álvarez Areces.

Los fondos Feder, aseguró Mallada, "tienen una línea específica de dotación de energía". Unas bases que parecen hechas a medida para los planes de Hunosa y que los responsables de la compañía estatal no quieren perder de vista. El problema está en que el Gobierno regional no puede, al menos sin buscar una fórmula alternativa, reclamar las ayudas en prórroga presupuestaria. Sólo el Principado, afirmó Mallada, puede poner sobre la mesa el calendario para que el agua de Barredo (a 22 grados de temperatura) llegue hasta la Mayacina.