Juan Pedro Navareño es el impulsor de Asturcaja, una empresa de producción y venta de embalajes de madera surgida del semillero de Valnalón y que está asentada en una de las naves de alquiler de la ciudad tecnológica langreana. Vecino de Siero de 27 años, Navareño había trabajado por cuenta ajena en tareas de carpintería. Pasó tres meses en Santo Domingo, como instalador de ventanas. A la vuelta decidió que había llegado el momento de convertirse en su propio jefe. "Con el dinero que gané trabajando aquellos meses fuera y unos ahorros que tenía decidí intentarlo", explica este joven.
La siguiente escala fue Valnalón. Su novia tenía noticias del semillero por la información obtenida a través de Internet. "Ella fue la que acudió a las tutorías y llevó el tema más de cerca. Hicimos un estudio de mercado y vimos que podía ser factible porque en Asturias no hay muchas empresas de este tipo", indica el joven emprendedor.
Asturcaja fabrica embalajes para grandes piezas como lunas, cuadros eléctricos o componentes de ferrocarril. "De momento trabajo con un comercial y un administrativo, pero en la fabricación estoy yo solo. Si en un futuro veo que no puedo con el trabajo, me plantearía contratar a alguien más", argumenta Navareño, que añade: "Por ahora las cosas me van bastante bien y ahora soy mi propio jefe; como suele decirse sarna con gusto no pica. Me gusta mi trabajo y no me arrepiento de haberme lanzado a ser empresario".
