El Entrego, años 70, las amigas Yoli Blanco y Marisol Castaño deciden embarcarse en la aventura de abrir una librería con toda la ilusión del mundo. No sabían entonces que su esfuerzo emprendedor se convertiría en todo un referente cultural y motor de libertades en el concejo de San Martín del Rey Aurelio, durante medio siglo. Esta andanza tuvo ayer su recompensa en forma de agradecimiento. El club de lectura de la biblioteca de El Entrego, del que fueron partícipes desde su origen, les organizó ayer un homenaje en la localidad sierense de Valdesoto, en sus palabras sólo había gratitud.

"Abrimos la librería porque nos encantaban los libros, no porque quisiéramos hacernos ricas", señalaba ayer Yoli Blanco. Su amiga refrendaba sus palabras, haciendo hincapié en que "ella siempre fue algo ingenua, pero es verdad, nuestra intención no era ganar dinero". De hecho, Marisol Castaño explicaba que "fiábamos a mucha gente y a los que sabíamos que no tenían dinero, les dejábamos leer los libros para venderlos después como nuevos". Constataba así esta mujer las intenciones de su empresa como servicio a la ciudadanía, asegurando que, en más de una ocasión, "hasta di los libros gratis". De hecho, contó la historia de una madre de familia a la que le dijo que le fiaba, pero cuando fue a pagar su deuda, "le dije que no tenía nada apuntado en la libreta, y que por tanto, no le podía cobrar, su agradecimiento fue algo que no se podía pagar con dinero".

Su amor por los libros no se quedó en la librería, también lo transmitieron con la puesta en marcha del club de lectura de la biblioteca de El Entrego, que se inició en el año 2004. "Estuvieron en el club desde el primer momento", aseguraba ayer Enedina Suárez, responsable de la biblioteca, destacando que "siempre fueron alegres y entusiastas, además aportaban ideas a la hora de elegir los libros para el club".

Su preferido, sin duda, era "La sonrisa etrusca", de José Luis Sampedro. Una publicación que también salió a relucir ayer en el homenaje del club de lectura, ya que los participantes les regalaron unos pañuelos decorados a mano en los que se apreciaban varios libros, siendo su favorito el que ocupaba más espacio.

Un privilegio

"Este es sin duda el acto más emotivo y entrañable de los que hacemos en el club", apuntó la responsable de la biblioteca, destacando después que "ha sido un privilegio haber compartido con vosotras las lecturas, charlas y momentos especiales, y aunque ya no estáis con nosotras, siempre nos acordamos porque habéis sido un espejo en el que mirarnos". Las palabras de Enedina Suárez fueron respaldadas por el resto de miembros del club de lectura, quienes tras la entrega de regalos, disfrutaron de una sabrosa merienda en Valdesoto.

"Pocas veces tenemos la oportunidad de juntarnos todo el grupo", decía una de las participantes, destacando que "ha sido un honor formar parte del club con estas dos mujeres que han sido un símbolo de la cultura en El Entrego".