Los taxistas de Mieres no dan por terminada la batalla que iniciaron hace ya dos años contra la modificación de la ordenanza que regulaba su actividad en el concejo, una normativa que igualaba a todos los profesionales, tanto los que operaban en el casco urbano como los del extrarradio. Esto se debía a la existencia del "punto corrido", una medida que no distinguía las paradas de taxi dentro del concejo y contra la que recurrieron judicialmente. Hace unos días el tribunal dio la razón al Ayuntamiento, pero los taxistas estudian ahora la posibilidad de volver a recurrir, tal y como explicó Ignacio Suárez, presidente de la Asociación Sindical de Taxistas Autónomos de Mieres (Astam), integrados la mayoría en Radio Taxi Mieres.

Suárez afirmó ayer estar "descontento" con la decisión judicial, "no desde el punto de vista personal, pero sí el profesional, porque estamos convencidos de que tenemos razón". De hecho, el presidente de Astam dio cuenta de que la ordenanza "divide el concejo de Mieres en dos partes, la zona Sur que está más que cubierta, y la Norte, que queda abandonada". Lo que más le duele, aseguró, "es que una entidad superior no vele por nuestros intereses económicos, porque la modificación de la ordenanza se hizo sin valorar los costes de explotación". Aún así, Suárez aseguró que "el tema está ahora en manos de nuestros abogados, que están estudiando si tenemos posibilidades de presentar un recurso de casación".

La polémica con los taxistas se originó con la puesta en marcha del nuevo hospital Álvarez Buylla, que está ubicado fuera del casco urbano. El Ayuntamiento de Mieres aprovechó esta situación para modificar la ordenanza que regulaba la actividad de estos profesionales del transporte, siendo su principal medida el citado "punto corrido". Los taxistas del casco urbano llegaron a presentar hasta dieciséis alegaciones a la modificación de la ordenanza pero, como aseguraron, no se les tuvo en cuenta. Los únicos beneficiados, en este caso, eran los taxistas del extrarradio.