El Principado dará más flexibilidad para permitir las cacerías en zonas oseras. Actualmente, el guarda puede suspender la batida si detecta indicios del paso de un oso por la zona. Una medida "obsoleta", según los cazadores, porque se basa en el censo de "hace décadas". El director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, aseguró ayer en Jomezana de Abajo (Lena) que es una propuesta a estudiar para modificar la Ley Regional de Caza.

La petición de los cazadores surgió durante el debate que cerró una charla sobre los plantígrados en la localidad lenense, enmarcada en el ciclo "Conviviendo con el oso pardo". Se trata de un programa que permite acercar a la Administración las preocupaciones de los vecinos que viven en territorios potencialmente oseros. Durante el acto intervinieron expertos en distintas materias sobre el cuidado del entorno natural y la recuperación de la especie: Fernando Ballesteros, de la Fundación Oso Pardo; Pepín Tuñón, de la Fundación Oso Asturias, Miguel Fernández, de la Guardería del Principado de Asturias y el biólogo Víctor Vázquez. El director del parque natural de las Ubiñas, Jaime Gordo, actuó como moderador.

Al acto acudieron vecinos, ganaderos y cazadores de la zona o de otros territorios oseros de Asturias. La principal reivindicación de los portavoces del sector cinegético estuvo centrada en las limitaciones de la Ley de caza actual. Y, sobre todo, en dos premisas concretas: que la cacería puede suspenderse si hay presencia de osos y que el guarda tiene potestad para decidir si la batida puede realizarse o no.

El año pasado, se suspendieron dos batidas en el concejo de Lena. Pueden parecer pocas, pero lo cierto es que es el único municipio de Asturias en el que se levantaron cacerías por este motivo.

"Comprendemos las decisiones de los guardas, ya que ellos tienen la última palabra y, de producirse un accidente con un oso, ellos serían los únicos responsables", señalaron los portavoces de los cazadores que se encontraban entre el público. Pero añadieron, a renglón seguido, que la "Ley de caza actual se redactó cuando el censo de osos no superaba los cincuenta ejemplares en toda la Cordillera Cantábrica. Está obsoleta". Punto que compartieron los representantes del Principado, tras matizar que "ya se intentó llegar a un acuerdo hace unos años para cambiar esta medida, pero no se llegó a un acuerdo".

Es por eso que ahora piden a las asociaciones de caza de Asturias que se reúnan y pongan sobre la mesa un borrador con todas sus propuestas. La que ayer pusieron sobre la mesa, que el Principado puede estudiar, es que la cacería se suspenda sólo si hay indicios de una familia asentada en el lugar. Es decir, de una osa con crías con presencia habitual en la zona. "Creemos que los requerimientos actuales son demasiado rígida y, si no se alcanza un acuerdo, limitará mucho la práctica cinegética en el concejo", zanjaron los cazadores.