Gin Kiber fue una ginebra que se producía en Mieres y que tuvo un éxito notable en la zona norte de España, en la segunda mitad del siglo pasado, principalmente en la década de los sesenta y setenta. Incluso llegó a patrocinar al equipo de hockey sobre patines de la villa. La marca, como otros tanto emblemas de los años dorados de las Cuencas, desapareció, pero ahora a vuelto a resurgir en Langreo de la mano del emprendedor Sergio Carpio. Este joven empresario natural de Sariego, que ha asentado su destilería en una nave del polígono de Valnalón, ha resucitado el nombre de Kiber para bautizar su producto, una ginebra artesanal que acaba de salir al mercado.

"La marca estaba libre y decidimos recuperarla como un homenaje nostálgico al pasado industrial de Asturias y de las Cuencas. El auge y declive de Gin Kiber coincidió con el de la actividad minera e industrial de la región y me pareció que era una buena forma de recuperar del olvido una parte de nuestro pasado", argumenta Carpio. Las teselas de tonos oscuros que adornan la botella también son un tributo a la primitiva marca. La figura de una instalación fabril con varias chimeneas completa el ornamento de la etiqueta.

Las similitudes con la antigua marca comienzan y acaban en el nombre. Carpio elabora su ginebra de forma totalmente artesanal. Todo el proceso -destilación, embotellado, etiquetado y numeración- se realiza manualmente: "Sólo se utilizan botánicos naturales, sin azúcares ni colorantes, y se apuesta por una mayor presencia de enebro y por piel de manzana y cítricos de la rasa costera asturiana, especialmente aromáticos. Cada destilación es diferente porque el grado de maduración de los cítricos es diferente en cada época del año". La producción semanal se sitúa actualmente en 150 botellas. Carpio se ocupa del proceso de producción y otra persona de la distribución.

Carpio, que tiene 34 años, se formó como ingeniero técnico forestal, pero sólo encontró empleos temporales como soldador y camarero. Siempre elaboró ginebra de forma artesanal para regalar a familiares y amigos y, cuando se quedó en el paro, decidió acudir al semillero de Valnalón para poner en marcha su proyecto con los ahorros que tenía, la única destilería de ginebra de las Cuencas.

Su idea es ir ganando mercado de forma progresiva. "Esto es una microdestilería artesanal y queremos empezar por la zona centro de Asturias, introduciendo nuestro producto con especial cariño en Mieres, que fue la cuna de la primitiva Kiber. Vamos a comenzar por coctelerías y restaurantes para ir dando a conocer la ginebra e ir viendo hasta dónde podemos llegar", concluyó Carpio.