No son los elementos del patrimonio industrial y minero los que llaman a los turistas. Son todas las historias que guardan. Eso asegura la arquitecta responsable de la Guía de Minas de Sierra Morena, Marta Santofimia Albiñana. La experta ofreció ayer una ponencia en el ciclo de la Feria de Turismo Minero e Industrial (Fetumi), que organiza Hunosa en el Pozo Sotón, bajo el título "La creación de productos culturales y turísticos de la minería asturiana desde la experiencia de Minas de Sierra Morena". Una experiencia, afirmó Santofimia, que es perfectamente extrapolable a Asturias: "Salvar la historia de nuestros pueblos, contarla para que la escuchen, es trabajo de todos".

No siempre es fácil, señaló la arquitecta, que los vecinos de los territorios mineros valoren su potencial para los visitantes. ¿Cómo se consigue? Según Santofimia, "hay que documentar la historia que guardan las minas, también estudiarla y darle mucha difusión". "Cuando ven que alguien habla de lo suyo, empiezan a entender el atractivo", añadió. Mejor que las historias del patrimonio sean humanas: "Que sean las personas quienes dibujen el patrimonio, y no al revés".

Cuando cambia la voz, cambia el punto de vista para observar los elementos patrimoniales. Y la población, apuntó Santofimia, se vuelca: "No es fácil, para muchos, entender el atractivo que tiene el patrimonio para los que llegan desde fuera. Hay que entender que estas zonas, las minas, han sido lugar de dolor y muerte para nuestros antepasados", explicó. Es su experiencia en la elaboración de la Guía de Minas de Sierra Morena. El proyecto se puso en marcha en 2013, con la colaboración de Eiffel Lab y el Ministerio de Cultura.

La guía permite un recorrido por las minas del sur de la Península Ibérica. Su aparición supuso mucho más: "Hemos conseguido gestionar toda esa industria, que se emprendan acciones judiciales contra los actos vandálicos que afecten al legado y que se pueda intervenir incluso en bienes muebles del patrimonio de Minas de Sierra Morena". También han reducido las barreras de acceso a la información: "Hay muchas, aunque a veces tengamos la falsa sensación de que todo está a nuestro alcance en internet", zanjó la experta.