La cigüeña ha vuelto a anidar en el parque natural de Redes. Los concejos de Sobrescobio y Caso están registrando un repunte de la natalidad que les ha llevado a reclamar la creación de una escuela infantil para menores de tres años. Las cifras les dan la razón. Según los últimos datos actualizados que maneja la Sociedad Asturiana de Estudio Económicos e Industriales (Sadei), correspondientes a 2015, Caso tuvo ese año una tasa de natalidad (número de nacimientos por cada mil habitantes) de 4,81 puntos. Hay que retroceder hasta el año 1991 para encontrar un tasa más alta, de 4,99 puntos. En Sobrescobio, la tendencia es similar, aunque más contenida. La tasa de natalidad en 2015 fue de 4,68 puntos, la más alta desde 1998, año en el que se registró un índice de 5,67.

En términos globales, tomando como referencia la cifra total de alumbramientos, la evolución al alza también es apreciable. En 2015 hubo en Caso 9 nacimientos y en 2014, un total de 7. Un año antes sólo se había contabilizado uno. En Sobrescobio se constataron 4 en 2015 y 2014, mientras que en 2013 hubo uno y en 2012, ninguno. "Están viviendo familias de fuera también, pero la razón principal es que las parejas jóvenes que tienen hijos están decidiendo quedarse a vivir aquí en lugar de irse a la zona baja del valle (Pola de Laviana, Langreo) o a otras partes de la región como Oviedo o Gijón", explica Miguel Fernández, alcalde de Caso: "Están encontrando trabajo en la comarca y, en algunos casos, lo compatibilizan con actividades tradicionales como la agricultura y la ganadería".

Comunicaciones

Marcelino Martínez, regidor de Sobrescobio, considera que la mejora de las comunicaciones es una de las claves que han permitido asentar población. "Hay gente que tiene trabajo en la zona, pero otros pueden permitirse vivir aquí y trabajar fuera porque la conexión con la zona central de la región es buena". En la misma línea, Martínez manifestó que "la riqueza paisajística, la oferta de viviendas y de equipamientos, y la calidad de los servicios sociales son otras de la razones que nos están ayudando a fijar población y atraer nuevos vecinos".

Uno de esos habitantes recién llegados a Redes es Raquel González, natural de Gijón. "Yo era de ciudad total porque mis abuelos son de Gijón y de Oviedo; no tenía pueblo. Ahora estoy encantada", indicó González, que vive en Belerda (Caso) con su marido Jesús Cabilla, minero en el pozo Carrio, y la pequeña Marta, de tan solo cinco meses. "Yo trabajo en un supermercado en Gijón y tardo una hora en llegar, pero hay cosas que te compensan como abrir la ventana de casa y ver un paisaje como este. La vida aquí es muy tranquila y conoces a todo el mundo. Lo que hace falta es que tengamos servicios que son necesarios como una escuela para menores de tres años".

En una línea similar se expresa Carmen Mata, que es cuñada de Raquel González y que también reside en la localidad de Belerda junto a su marido José Luis Cabilla, trabajador de Alas Iberia, y su hijo Hugo, de ocho meses. Mata, que tiene 27 años, es natural de Coballes y tenía claro que quería quedarse a vivir en su concejo natal. "Yo no cambiaría esto por Laviana, por Langreo, por Oviedo ni por nada. Teniendo el trabajo cerca es una gozada poder vivir en un sitio como este; lo que pedimos es tener los mismos servicios que la gente que reside en la ciudad. No tener menos derechos o ser ciudadanos de segunda sólo por el hecho de vivir en la zona rural".

Carmen Mata pidió "la puesta en marcha de una escuela infantil porque hay demanda suficiente para ello". También reclamó más recursos sanitarios en el municipio. "Ahora hay que ir a Laviana para acudir al pediatra y creo que, al menos algún día a la semana, podía venir aquí para pasar consulta o para el tema de vacunas", apostilló.