Pocas veces se tiene la oportunidad de conocer las entrañas de una empresa, más cuando se trata de una firma con tanta solera como la hullera estatal Hunosa. Veinticinco afortunados estudiantes se encuentran viviendo esta experiencia gracias al curso de extensión universitaria "Gestión del patrimonio minero e industrial" que organiza la Cátedra Hunosa, con sede en el edificio de investigación del campus de Mieres. Los alumnos, además de asistir a clases teóricas, tienen un variado programa de visitas por el patrimonio de la hullera. Ayer visitaron su archivo histórico, situado en el pozo Fondón, en Langreo.
Antes de la visita, los alumnos tuvieron una sesión teórica que pretendía prepararles para que lo iban a ver después. De esto último se ocupó José Enrique Mencía, jefe del departamento de Comunicación y Desarrollo del Patrimonio Cultural en la hullera. Mencía les hizo ver que los documentos también forman parte del patrimonio industrial y les explicó cómo se realiza el tratamiento de la documentación, desde las transferencias que se realizan una vez que se cierran las explotaciones, las búsquedas en sistemas informáticos para evitar duplicaciones, las tareas de limpieza y saneamiento de la documentación y su posterior clasificación, entre otras medidas.
Tras la teoría, llegó la práctica y los alumnos se desplazaron hasta el archivo histórico donde fueron recibidos por Clementina Álvarez, jefa del servicio de Archivo. La responsable les habló sobre el nacimiento de estas instalaciones a mediados de la década de los años 90 y cómo habían llegado hasta nuestros días. Para relatar qué documentos hay en este centro, Álvarez se tuvo que remontar a la creación de Hunosa hace ahora cincuenta años y cómo fue asumiendo explotaciones de otras compañías como Carbones de Langreo, Coto Musel, Fábrica de Mieres o Minas de Riosa. El archivo guarda documentación de todas estas firmas.
La visita arrancó en la zona de transferencia, donde se apilan cajas llenas de documentación de los pozos que ya han cerrado y que ahora tendrán que catalogarse. Después, los alumnos conocieron cómo se iba desarrollando el proceso hasta la entrada de la documentación en el catálogo, tal y como les habían explicado antes en la clase. Pero en el archivo no sólo hay papeles, hay mucho más, objetos que formaron parte de los pozos y que, en algunos casos, podrían formar parte de un museo. Entre ellos se encontraban, por citar tan sólo algunos de los que había a la vista, una centralita de teléfonos antigua o una especie de rescatador médico que databa de 1917.
Por su parte, los alumnos se mostraron "encantados" con el desarrollo del curso. Así lo manifestaba Noelia del Llano, quien aseguró que "me gusta la minería y quería profundizar un poco más en mis conocimientos, sobre todo enfocado al turismo". Una opinión que compartía Laura Carpintero, quien destacó que "lo más llamativo es conocer cómo se gestiona el patrimonio desde dentro, es una muy buena oportunidad". Irene Pérez subrayó que "está genial poder ver cosas que normalmente no puedes visitar de forma tan sencilla" y Paula García destacó la visita al pozo Sotón, que se realizará el próximo viernes para clausurar el curso porque "es lo que me parece más impactante".
El seminario de extensión universitaria está dirigido por José Luis Viesca, director de Energía y Desarrollo de Negocio de Hunosa; y Enrique Alberto Hevia Laguna, abogado y director de Recursos Humanos en la hullera. Junto al archivo y el pozo Sotón, los universitarios participantes también han visitado el valle de Turón y el pozo Santa Bárbara. En los próximos días acudirán al polígono de Modesta y las plantaciones forestales.
