Los problemas eléctricos del parador de Brañagallones han hecho saltar chispas entre la Federación de Montaña, Escalada y Senderismo de Asturias (FEMPA) y la Dirección General de Deportes. El presidente de la Federación, Juan Rionda, denunció esta semana que la inversión de Deportes desde que reabrió la instalación "ha sido cero" y criticó el recorte en la subvención que la entidad recibe, por lo que "si no cambian las cosas, abandonaremos la gestión" de los refugios. José Ramón Tuero, director general de Deportes, replicó ayer a Rionda para resaltar la "implicación" del Principado con Brañagallones y afirmar que la Federación "es libre" de renunciar al convenio de los refugios si así lo desea.
El parador de Brañagallones -reconvertido con éxito en refugio de montaña hace poco más de un año tras fracasar como hotel- peligra por el elevado coste que supone en mantenimiento de los generadores eléctricos, que funcionan con gasoil. La alternativa es la instalación de unos paneles solares, con un coste estimado de 60.000 euros. "Habría que sentarse y hablarlo", aseguró ayer José Ramón Tuero.
El responsable regional de Deportes esgrimió que el Principado ya desembolsó 60.000 euros para que Brañagallones reabriera como refugio. El dinero se destinó, entre otras cosas, a reparar el tejado e instalar un generador auxiliar "para abaratar costes".
Gracias al acuerdo alcanzado con el Principado, Brañagallones pasó a incluirse en el convenio entre la FEMPA y Deportes por el que la Federación gestiona los refugios de titularidad regional ( los otros son Urriellu, Cabrones, Vegarredonda y Vega de Ario). "Los guardas de esos refugios se ocupan del mantenimiento y el Principado de las obras mayores, en virtud de una concesión demanial. Hablamos de si se cae un tejado, hay que reparar una pared, temas de saneamiento... ¿Son unos paneles solares una obra mayor? Todo es cuestión de sentarse a una mesa y analizarlo", aseguró Tuero, que también destacó los "recursos" que destina el Principado para promocionar Brañagallones "tanto a nivel nacional como internacional": "Lo que tiene que entender la Federación es que la inversión anual de 38.000 euros para los refugios no va a volver como no van a volver otras muchas cosas. No es una cuestión personal, es que no hay fondos para todo".
Tuero también aludió a las quejas de la FEMPA por el recorte de la subvención, que pasó de 8.000 a 3.700 euros en 2017 y que llevó a la Federación de Montaña a renunciar a la ayuda. "Es cierto que ha habido una reducción importante en estos años porque los fondos de la Dirección General cayeron un 60 por ciento, pero no soy yo el que quita o da subvenciones. Existe una concurrencia pública y unos baremos que otorgan más o menos puntos". Y añadió: "Por ejemplo, uno de los apartados que da puntos es hacer actividades deportivas para escolares. Y la Federación de Montaña, que es cierto que tiene muchos federados, no realiza ninguna jornada escolar de este tipo, mientras que otras federaciones sí lo hacen".
La FEMPA aseguró que, de mantenerse la actual situación, renunciaría a la gestión de los refugios, un anuncio que "casi parece planeado como un chantaje", según el director de Deportes. "Estamos encantados con el hecho de que lleven los refugios, pero es algo voluntario, no están obligados a hacerlo. Si quieren marcharse pueden hacerlo; son libres para hacerlo". La crítica por la imposición de una cuota de cinco euros a los deportistas que suben por la pista de Pajares también fue analizado por Tuero. "Es una cuota mínima que ya están incorporando otras estaciones".
La situación que se ha generado con el parador de Brañagallones también ha provocado reacciones en el Ayuntamiento de Caso. El Alcalde, Miguel Fernández, no ocultó su "malestar" por la polémica generada. "Creo que estas cosas hay que hablarlas de puertas para adentro. El gobierno local de Caso está haciendo gestiones para resolver el tema de Brañagallones y no nos ha gustado nada que haya salido esta cuestión; pensamos que hay que buscar soluciones y consenso desde dentro".
