El historiador Santos Juliá ha sido galardonado recientemente con el premio Francisco Umbral por su libro "Transición. Historia de una política española (1937- 2017)". La obra, publicada por Galaxia Gutenberg fue presentada en la Casa de la Buelga de Ciaño, en un acto que organizó la Asociación Cultural "Cauce del Nalón", con la colaboración del Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. La presentación del evento corrió a cargo de la historiadora Josefina Velasco, que glosó la figura del autor, explicando que "es doctor de Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense y catedrático de Historia Social y Pensamiento Político de la UNED, ha realizado numerosos trabajos sobre historia social y política de nuestro país durante el siglo XX y además ha sido profesor conferenciante y visitante en varias universidades europeas".

El historiador reconoció que "he tenido un interés estrictamente historiográfico al escribir este libro y además he querido reproducir fielmente el lenguaje de sus protagonistas, aunque también he utilizado la ironía en algunas elaboraciones teóricas de la obra". A lo largo del volumen, el autor aborda los distintos intentos de establecer una transición en nuestro país, desde el que se emprendió en el año 1937 para intentar decretar un armisticio que acercase a los dos bandos que luchaban en la guerra hasta el que se llevó a cabo en el año 1977, con las primeras elecciones democráticas.

Santos Juliá analiza el proceso de aparición de los Estatutos de Autonomía, cuando a mediados de los setenta se comenzó a reivindicar no solo la amnistía y las libertades individuales y colectivas, sino la recuperación de dichos Estatutos y reconoció que en este proceso, "los catalanes fueron unos adelantados, ya que habían formado la Asamblea de Cataluña y tuvieron el único Estatuto de Autonomía que funcionó durante la República porque que el vasco se aprobó al principio de la guerra y el gallego ni llegó a ponerse en marcha".

"La transición no es una historia de oportunistas", aseveró el escritor, que dejó patente su convicción de que "tan importantes fueron durante la misma la negociación y los pactos, como la lucha". Del mismo modo, criticó "la identificación de la amnistía con el veto a remover el pasado y en concreto a remover la tierra bajo la que están los asesinados durante la Guerra Civil y la posguerra". Y es que, según Santos Juliá "el Estado no se ha enfrentado de manera directa, sino prefiriendo dar subvenciones a asociaciones privadas y esta es una manera improcedente de pretender resolver un problema de tal calado".

Por otra parte, destacó que "ha habido un uso político del término transición por parte de todo el mundo, desde los que la niegan hasta quienes la califican de amnésica" y a vueltas con Cataluña, subrayó "la evidente falta de un liderazgo claro en el independentismo, lo que impide vislumbrar una solución inminente, si bien es evidente que esto se ha terminado o cuanto menos, debería terminarse".

Para finalizar su conferencia en Ciaño el historiador gallego aseguró con rotundidad que "la Constitución no está caduca sino cumplida", y tal vez por ello se debería haber reformado la misma antes que los Estatutos, "algo que no se hizo por malos hábitos políticos y por incapacidad para el diálogo".