La exhumación de la fosa común de Parasimón, en Pajares (Lena), puede dar un vuelco a las investigaciones de enterramientos de la Guerra Civil que se han llevado a cabo hasta el momento. El objetivo final de la actuación, si el estado de los restos lo permite, es identificar a las víctimas con pruebas de ADN. Para ello, se solicitará la presentación de muestras a todos los que buscan a un familiar desaparecido en la comarca durante la Guerra Civil o la postguerra. Además, los impulsores del proyecto quieren cotejar datos (tanto de las víctimas en la fosa como de todos los que quieran dar su muestra) con los cuerpos recuperados en la fosa común de Cabacheros. La familia de Luis Cienfuegos, la única víctima identificada por los testigos, impulsa esta ambiciosa actuación. Un equipo de expertos comprometidos trabajarán desinteresadamente y se abrirá una campaña de "crowdfunding" (micromecenazgo a través de internet) para cubrir los gastos básicos, como alojamiento o comida para los profesionales.

José Antonio Naves es nieto de Luis Cienfuegos y uno de los responsables de la Asociación Familiares y Amigos "Fosa Parasimón". Explica que "no tenemos ninguna ayuda pública para esta actuación y contamos con la inestimable colaboración de un grupo de profesionales, sólo reuniremos a través de "crowdfunding" una pequeña aportación para facilitar su labor". En la investigación de Parasimón, cuya licencia está tramitando la Consejería de Cultura, participará un grupo de once profesionales. Al frente del equipo antropológico estará el reputado experto Francisco Etxeberría, presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. El grupo de arqueólogos estará encabezado por Antxoka Martínez, que ha participado en tres campañas previas en la zona.

Esos estudios preliminares han permitido que la localización de la fosa sea exacta. También estimar que hay diez u once cuerpos enterrados. Personas que fueron fusiladas con un número desproporcionado de disparos. A Luis Cienfuegos, que estaba casado en Aller pero era natural de Parana, lo reconocieron antes de meterlo en la fosa. "Hay testimonios que apuntan a que los presos de Lena solían ejecutarlos en Aller, y al revés. Para que nadie los reconociera", señaló Naves. Y sobre esa premisa quieren trabajar si consiguen muestras válidas de ADN.

En las Cuencas, la de Parasimón será la segunda fosa que se exhume. En 2012 se abrió ya el enterramiento de Cabacheros. Los restos llegaron al laboratorio, para las pruebas genéticas. Pero no hubo ninguna coincidencia entre las más de sesenta personas que presentaron sus muestras de ADN. La idea de los impulsores de la nueva campaña es que, si los familiares de desaparecidos quieren, esos restos genéticos se comparen también con las víctimas de Parasimón: "Creemos que es posible encontrar coincidencias", afirmaron.