El cierre, por falta de limpieza, de los polideportivos de Mieres que gestiona el Ayuntamiento ha provocado que la indignación y un sentimiento de creciente malestar se haya extendido entre los usuarios de las citadas instalaciones. Los clubes y entidades deportivas que hacen uso de los complejos clausurados sin previo aviso achacan la actual situación a la "falta de previsión" y "desinterés" del gobierno local. Las quejas, en el caso del polideportivo de Oñón, principal referente deportivo del municipio durante décadas, se amplían a lo que se considera un "paulatino abandono" de las dependencias.

Los polideportivos de Oñón, Turón y Mieres Sur se quedaron sin servicio de limpieza el pasado 30 de abril. La empresa concesionaria llevaba un año con el contrato prorrogado y, según afirman, avisaron hace más de un mes al Ayuntamiento que cesaban en su cometido. El pasado 2 de mayo las trabajadoras acudieron a sus puestos, aún sin ningún tipo de cobertura legal. Al mediodía se les pidió que pararan. Desde entonces, los equipamientos están sin limpieza. Hoy se cumple el tercer día sin ningún tipo de actividad a la espera de que mañana, en principio, se recupere la normalidad. Los perjuicios van más allá de que decenas de mierenses se hayan quedado sin practicar deporte.

"Este fin de semana se disputa el campeonato de Asturias alevín y no hemos podido entrenar. Es como si a un ciclista le quitas la bici justo cuando está ultimando su preparación en el Tour". Roberto Campomanes es responsable del Judo Mieres. "La empresa había avisado hace un mes y no se hizo nada". A su juicio, el poli de Oñón hace tiempo que es víctima de la dejadez: "Lo están dejando morir, sin un euro de inversión en años. Nosotros hemos tenido que dejar de organizar hasta competiciones y yo mismo he tenido que cambiarme durante semanas en un vestuario sin luz. Esto es un sinsentido".

Marina Rodríguez está al frente del club Rítmica Mieres. "El equipo de competición no puede dejar de entrenar ahora mismo porque el domingo son los juegos escolares y nos hemos visto obligadas a desplazarnos a Lena. El resto de chicas están paradas y eso nunca sabes cómo puede afectar a un club pequeño. Los padres pueden enfadarse y dejarlo". El Racing de Mieres, histórico del fútbol sala local, se juega el ascenso de categoría el sábado: "Esperemos que se pueda jugar. Todo esto es un poco vergonzoso. Las instalaciones están muy mal, sin limpiar ni desinfectar", apuntó Ludivino Álvarez, entrenador del equipo. Las categorías inferiores del Caudal Deportivo entrenan y compiten en Oñón: "Está claro que todo esto es un trastorno para todos, empezando por los críos y sus familias y acabando por el club, que intenta dar soluciones pero no puede cubrirlo todo", apunta Valentín Arias "Yayi", responsable del fútbol base. "Hay gente que entiende mejor estas cosas y otros peor", subraya.