Gijón,

Pablo GONZÁLEZ

A los jugadores del Sporting se les acaban los adjetivos a la hora de resumir lo sucedido el domingo en La Condomina ante el Ciudad de Murcia. El arbitraje de Hevia Obras ha vuelto a poner de manifiesto el maltrato que los rojiblancos están sufriendo en las últimas temporadas por parte del colectivo arbitral. Un penalti que no fue, una falta inexistente que acabó en gol, un tanto fantasma de Barral, permisividad en las entradas de los jugadores localesÉ La lista de agravios ante el Ciudad de Murcia es larga.

«Hasta que volvamos a los entrenamientos y nos pongamos a pensar en el próximo partido seguiremos dándole vueltas a lo que sucedió el domingo», aseguraba ayer Javi Fuego. Veinticuatro horas después, al capitán rojiblanco no se le había el enfado por el concierto de viento ofrecido por Hevia Obras que impidió al Sporting certificar un nuevo éxito a domicilio. «Para nosotros era un partido muy importante que condicionó totalmente el árbitro. Nos sacó de las posiciones de privilegio. Volvimos con cara de tontos y sin puntos», abundaba el mediocentro poleso.

Fuego no quiere pensar en manos negras, pero tampoco pasa por alto que no es el primer arbitraje de estas características que ha sufrido su equipo esta temporada. «Después de lo que nos pasó en el partido de Copa en Cádiz se puede pensar que son demasiados errores como para que ocurran de forma aleatoria. No creo en manos negras, pero lo cierto es que no están siendo justos con el Sporting», aseveró.

Su compañero Gerardo se manifestó en una línea similar: «Sigo sorprendido, porque no es muy normal que un árbitro se confunda tanto, y siempre para el mismo lado. Quiero pensar que fue un mal día y que no hubo más». Gerardo apostilló: «No podemos pensar mal. Los árbitros, dentro de su parcela, intentan hacerlo lo mejor posible. No quieren hacer daño a nadie». Aunque lo que el llanisco no entiende es cómo el Sporting, dado su estilo de juego, sigue sin estrenar su casillero de penaltis a favor. «Es lo que más puede llamar la atención cuando nos pasamos los partidos atacando y mucho minutos en el área contraria», lamentó el extremo.

Por su parte, Juanmi criticó que Hevia Obras «nos perjudicó con sus decisiones en acciones y minutos muy importantes». Para el veterano jugador lo peor de todo es que el Sporting perdió por 3-1 en un buen partido, otro más a domicilio. «La lástima es que hicimos uno de nuestros típicos partidos fuera de casa que se nos fue por decisiones arbitrales, que nunca tenemos a favor», dijo para proseguir: «Lo peor es que luego me enteré que el árbitro había dicho que se quitara a Congo por la lesión del portero. Esto no puede ser». Y es que la lesión del meta local Jaime tras un encontronazo con Congo acabó por desquiciar al árbitro, y de rebote al Sporting. «En esa jugada no hubo ningún problema más allá de un lance del juego en el que no hubo mala intención», defendió Juanmi.

La actuación de Hevia Obras es un suma y sigue en la historia de desamores de los colegiados con el Sporting. «Este tipo de actuaciones se van acumulando en nuestra contra. Nos pitó un penalti que no fue en una jugada de la que se producen catorce mil cada partido. Y eso que le fui a preguntar y me dijo: «¡Clarísimo, Juanmi, clarísimo!». Juanmi prosigue enumerando agravios: «La falta del tercer gol que le pita a Samuel no fue. Samuel lleva el balón limpiamente ante Goitom. Este año los árbitros no nos han favorecido en nada, todo lo contrario».