Oviedo, Álvaro FAES

Para la prueba del algodón habrá que esperar hasta el día 27, en el Gran Premio de España. Se sabrá entonces hasta dónde llegan realmente y bajo condiciones de carrera las mejoras del R28, las que incorporaron durante las tres jornadas de pruebas de esta semana en Montmeló, que terminan hoy con una última entrega. Fernando Alonso rompió ayer el cronómetro y situó el Renault por primera vez al frente de una lista de tiempos desde su regreso al equipo. El matiz es que el asturiano marcó el registro nada más calzar el coche con los neumáticos lisos que se utilizarán la próxima temporada, prohibidos este año y con la configuración aerodinámica actual.

No obstante, la realidad es que Renault ha dado un paso adelante. No será un coche que gane carreras, pero Alonso tendrá por fin entre manos una herramienta con ciertas posibilidades. La idea es que el asturiano empiece a optar por colocar el R28 justo a continuación de los intratables Ferrari, McLaren y BMW. Hasta ahora, equipos como Williams, Red Bull y Toyota ponían sus coches por delante de los Renault. A partir de ahora, serán los rivales a batir, ya con una mecánica de potencial similar. Si la vuelta a las carreras confirma lo que se vio estos días en los entrenamientos, Fernando Alonso optará a situarse entre el sexto y el octavo puesto. Una bicoca, pero algo que al menos le permitirá entrar en la Q3 con más holgura que hasta ahora y llegar al reparto de puntos con cierta solvencia.

Al Renault le llegaron de golpe todas las innovaciones que estaban en la nevera y que no habían podido añadir antes de desplazar el coche hasta Australia para la primera carrera. El nuevo paquete aerodinámico (una gran aleta en la tapa del motor y un nuevo alerón delantero, básicamente) mejora el rendimiento, igual que el sistema de suspensión ayudado por el amortiguador inercial o «j-damper». Los nuevos tapacubos para refrigerar los frenos y otras pequeñas mejoras ayudan a completar un monoplaza que tendrá su prueba de fuego la próxima semana en Montmeló.

Posible rotura

Los tiempos de ayer tampoco deben tomarse al pie de la letra. Sin ir más lejos, Alonso fue dos segundos más rápido que Hamilton, cuando el coche del inglés es mucho mejor que el R28, y pudo endosarle casi un segundo a Ferrari, que tuvo en Michael Schumacher un probador de lujo.

La única pega del día para Fernando Alonso sucedió cuando el monoplaza se detuvo en la recta previa a la curva de La Caixa, mediada la sesión de la tarde. El regreso se demoró dos horas y, aunque no hubo explicación oficial, se especula con una posible rotura de motor. Aún así, Alonso se dijo satisfecho por el trabajo. «Estoy contento con el desarrollo del coche, pero todavía necesitamos mejorar porque parece que nuestros competidores también han conseguido avanzar. Habrá que esperar a la semana que viene para hacerse una idea de dónde estamos con respecto a los demás», dijo el asturiano.