Miguel L. SERRANO

Las Rozas (Madrid),

Cuando a las 17:01 de ayer se dio por concluido el sorteo de emparejamientos para la fase de ascenso a Segunda B, el salón de actos de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se convirtió en un recinto lo más parecido a un mercadillo. Los representantes de los equipos, a voz en grito, comenzaron la búsqueda de su homólogo rival. No era fácil entre tanto ejecutivo trajeado. Querían averiguar las impresiones de su oponente, intercambiar sensaciones, saber la hora del partido. Pero, sobre todo, querían conocerse, saber más datos del equipo, su trayectoria, su historia, su prestigio. En definitiva, hacer la primera radiografía del primer obstáculo en el camino hacia la ansiada categoría.

Lo único que se sabía eran las fechas: 25 de mayo y 1 de junio, ida y vuelta, respectivamente, de la primera ronda, y 8 y 15 de junio la ida y la vuelta de la segunda ronda. Porque poco o muy poco saben los combinados asturianos de los rivales con los que les emparejó el bombo. Quizá por tal desconocimiento, importaba más el lugar de procedencia de cada equipo que su verdadera categoría, por aquello de la afición.

A simple vista, el reparto de la fortuna fue desigual para los cuatro asturianos. Buena suerte para Oviedo y Sporting B y peor para Langreo y Universidad. Por partes. La primera papeleta asturiana fue a parar al grupo IX. Allí fue cabeza de serie el Real Oviedo. El equipo azul se las verá con los murcianos del Caravaca CF, cuarto clasificado del grupo XIII. Los hombres de Carrasco dirimirán el primer partido en tierras murcianas el domingo a las 18.00 horas y volverán a enfrentarse en el Tartiere el sábado 31 de este mismo mes a las 20.30 horas. En caso de una victoria, los azules tendrán como rival al vencedor de los gallegos del Narón Balompié Piñeiro (tercero en el grupo I) y los malagueños del Antequera (segundos del grupo IX).

«Lo siento por la afición porque el desplazamiento es lejano y prefería algo más cerca, porque es fundamental llenar la grada de azul, pero al final tiene que tocarte uno?», se lamentaba a la salida Alberto González, máximo accionista de la entidad. «Es nuestra Liga real y vamos a por ella, hay que ganar y ascender, que para eso hicimos este equipo», añadía. González se mostraba convencido de las posibilidades de su equipo, al igual que el presidente, Dámaso Bances: «No va a estar nada fácil, pero podemos pasar porque tenemos calidad», aseguraba. El filial sportinguista estaba representado por Carlos Barcia.

Los rojiblancos, encasillados en el grupo XVIII jugarán en Cantabria frente al Noja, el desplazamiento más cercano. En un hipotético pase, los de Acebal no se irán muy lejos tampoco, a Navarra o al País Vasco, a enfrentarse al que resulte vencedor del Izarra (primero del grupo XV) o Zamudio (cuarto del grupo IV), respectivamente. El del Langreo es el grupo (II) mediático por la presencia del filial del Barcelona, líder del grupo V. A ellos o a los canarios del Castillo (cuartos del grupo XIII) se medirá el equipo langreano en caso de superar la primera ronda que los enfrentará con el Barbastro aragonés (domingo 18.00 horas). Rivales difíciles que, sin embargo, gustaron a su joven presidente, Fernando de la Roza Coto. «Estoy contento. Son desplazamientos largos y equipos fuertes que darán taquilla seguro», matizó. «Es una lotería y hay que luchar porque tenemos nuestras posibilidades», resaltó. Los azulgrana, cuya representación en la capital fue numerosa, afrontarán «con máxima ilusión» las eliminatorias.

Paradojas del bombo, serán los estudiantiles, inmersos de lleno en la temida y exigente época de exámenes, quienes más lejos se tendrán que desplazar. Enmarcados en el grupo número XIII, acudirán a las islas Baleares a enfrentarse al Atlético Baleares, líder del grupo XI. Antes jugarán en San Gregorio, el próximo domingo a las 12 de la mañana. De certificar su pase, los pupilos de Pulgar jugarán frente al vencedor del encuentro entre el Gáldar canario (tercero de su grupo) y el Gernika vasco (segundo del grupo IV).

La voz estudiantil en Madrid fue la de Kiko Veiga, delegado y directivo del equipo. Tras conocer los emparejamientos, Veiga fue sincero: «Si te digo la verdad, son equipos que no conozco. No te puedo dar una valoración concreta. Ahora será cuando comience el período de análisis», subrayó. «La preferencia era que tocase cerca, pero, bueno, es igual uno que otro porque todo acaba siendo una lotería», añadió. « Lo que sé es que no podemos ir en autobús», ironizó.