Gijón, J. E. CIMA

Si dos sesiones son duras en pretemporada, tres ya parece casi una barbaridad y más con la intensidad que habitualmente se trabaja en el Sporting. Como es momento de cargar la «batería» de los jugadores, todos dan por bien empleado el trabajo diseñado por Gerardo Ruiz. Pero no faltan las ampollas y los dolores musculares.

La plantilla del Sporting tuvo ayer una jornada de constante actividad desde primera hora, a las 9.30 de la mañana, con rondas de partidos de tres equipos hasta las 11. Salvo Luis Morán, que al sufrir una sobrecarga en la pierna, se desplazó hasta la playa con el fisioterapeuta Lorenzo del Pozo para hacer trabajo de recuperación.

La segunda sesión se inició a las 12.20 horas y duró 60 minutos, con ejercicios de trabajo de fuerza. Se montó un circuito de pesas, saltos y giros en todas las direcciones que dejó agotados a los futbolistas. Luego hubo almuerzo y siesta en Mareo y a las 18.30 horas de vuelta al trabajo durante 70 minutos de actividad combinada con balón.

Uno de los refuerzos rojiblancos, Miguel de las Cuevas (Alicante, 1986), tras cuatro jornadas de entrenamiento en el Sporting, reconocía que «aquí se trabaja fuerte desde el principio y se pasa mal. Nunca hice tantos kilómetros corriendo como en ese recorrido de La Guía a Deva, donde se llegaba agotado. Pero como el objetivo es llegar en las mejores condiciones al primer partido de Liga se tiene que trabajar así».

La denominada «Joya» de Alicante, que se formó en las canteras del Hércules y del Atlético de Madrid, tiene claro ya lo que quiere Preciado del equipo: «Que juguemos rápido, tener buena posesión del balón y llegar lo antes posible arriba. Es algo a lo que ya me había acostumbrado el año pasado en el Atlético de Madrid».

Este futbolista de centro del campo ofensivo añade que esa forma de jugar «me viene bien y lo podía comprobar en el Atlético porque era también un equipo de tener mucho control del balón y de querer llegar pronto a la portería contraria».

La inesperada lesión del mediapunta Carmelo abre interrogantes en el centro del campo. De las Cuevas explica que puede jugar en varias posiciones, «tanto desde la que actúa Carmelo como por banda derecha o izquierda; ya lo hice en otros equipos. Pero lo principal es trabajar bien y que luego el entrenador decida dónde ponerte para aportar lo que quiere para el equipo. Preciado es un técnico muy cercano y campechano que habla mucho con los futbolistas».

De las Cuevas ya ve que en el Sporting «la forma de trabajar es muy exigente. Ahora se nota cansancio, pero es lógico».