Oviedo, Agencias

Los españoles David Arroyo y Carlos Sastre, líder y cuarto clasificado, respectivamente, afrontan desde hoy con las máximas aspiraciones la semana definitiva de la carrera rosa, con temibles etapas de montaña que auguran espectáculo por todo lo alto, con el Mortirolo y el Gavia como puertos estrella.

Arroyo tiene la ocasión de su vida para conquistar una prueba grande, pero los cuatro minutos que cedió en el Zoncolan el domingo siembran dudas sobre la capacidad del talaverano para aguantar. Por su parte, Carlos Sastre va de menos a más y entra en su terreno, la montaña, aunque su rival directo, Ivan Basso, dio un golpe de autoridad con su victoria en la «Puerta del Infierno».

Terreno y etapas habrá de sobra para que el Giro siga ofreciendo fuertes emociones. Para empezar, hoy llega la cronoescalada a Plan de Corones, una subida de 12,9 kilómetros que salva un desnivel de 1.086 metros, con una pendiente media del 8,5 por ciento y máxima del 24%. Una pared apta para que se abran diferencias entre los gallos. Una opción para que Basso atice otro golpe a la general.

El viernes espera otra jornada temible con la etapa del Mortirolo, considerado uno de los puertos más duros de Europa, y el sábado deberán coronar el terrible Gavia, con sus 24 interminables kilómetros.

Por otra parte, el australiano Michael Rogers (Columbia) se impuso en la general de la Vuelta a California, cuya octava y última etapa fue ganada por el canadiense Ryder Hesjedal (Garmin).

El asturiano Carlos Barrero (Quick Step) rodó siempre en el grupo escapado y fue tercero en la etapa final, por detrás de Hesjedal y del estadounidense Hincapie.