Gijón, Á. CABRANES

El Medicentro se convirtió ayer en nuevo equipo de División de Honor B al derrotar al Bordils en el último y definitivo partido de la fase de ascenso. Los gijoneses, liderados por una gran actuación de Acetti y Pablo Escalera, le dieron la vuelta al marcador al filo del descanso. La ventaja continuó hasta la conclusión del encuentro, que vivió un apretado final en el pabellón de deportes de Girona. El ascenso, el cuarto que consigue el técnico Alberto Suárez en su carrera, devuelve a Gijón a la categoría de plata del balonmano masculino.

«El mérito de esta plantilla es tremendo. Estos chavales se merecían lograr el ascenso», reconoció Alberto Suárez al término del partido. El Medicentro consiguió sobreponerse a la dramática derrota por penaltis sufrida el pasado sábado en la primera semifinal de la fase de ascenso y al ambiente de un pabellón plagado de aficionados del Bordils. Los gijoneses tardaron en tomarle el pulso al encuentro, pero tras la reanudación supieron administrar su renta para llevarse un triunfo que les llevará la próxima temporada a la División de Honor B.