Mario Cotelo y Tomás Hervás han compartido media vida. Primera en el Sporting y más tarde en Sevilla y Las Palmas. Ahora el destino los ha vuelto a unir en el segundo equipo del Sporting, donde el langreano ejerce de delegado de expediciones y el berciano de segundo entrenador. Ambos recuerdan con cariño aquel verano de 2001 en el que se convirtieron en dos de los primeros fichajes de Monchi, el director deportivo que le ha dado un salto de calidad al Sevilla. Los dos coinciden en que era muy difícil anticipar la gran labor que haría el que fuera durante años portero suplente del Sevilla y más tarde delegado.

«De aquella era difícil intuirlo, pero ya entonces hizo un gran trabajo. El equipo acababa de subir a Primera y fichó mucha gente a coste cero que resultó muy buena como Javi Navarro, David o Casquero. También llegó Dani Alves, que fue un chico al que gestionaron muy bien», explica Tomás. El extremo izquierdo permaneció dos temporadas en el Nervión antes de seguir a Mario rumbo a Las Palmas. Una de las cosas que más valora Tomás fue la continua progresión del equipo andaluz: «A medida que el club se fue asentando en Primera sí que quisieron dar el salto de calidad que les permite tener esa masa social detrás. Lo hicieron muy bien, con más recursos y les salió gente muy buena de cantera. A partir de la venta de Reyes llegó el despegue definitivo».

Mario Cotelo asiente mientras comparte el diagnóstico de su compañero. «Monchi empezaba a trabajar, a rodearse de gente que salió bien, gente comprometida. Es un hombre muy implicado, muy cercano al futbolista, un hombre de club y creo que escogieron bien», alaba el langreano. Y eso que a Mario no le fue demasiado bien en el Sánchez Pizjuán. Aquella temporada sólo disputó cinco partidos de Liga, ninguno como titular antes de dejar el club: «Lo conocí en una época en la que yo no jugaba y trataba a todo el mundo por igual. La progresión que tuvo no se intuía, nadie pensaba que iba a llegar tan arriba como director deportivo, pero sí le veía que trabajaba, que se supo rodear de gente cercana y al que el club también dejó trabajar a su manera».

Otro aspecto que conocen bien es el peso del Sánchez Pizjuán, un campo en el que actuaron como locales, pero también como visitantes. «Es un equipo histórico que se hace fuerte en su campo», apunta Mario. Tomás valora que «es uno de los campos más difíciles, pero ahora está a un nivel más bajo que en los últimos años, aunque sigue siendo un equipo que va a pelear por meterse en la Liga de Campeones». Mario también su suma a este discurso y apunta que «ya no es el equipo de estos años atrás, que en casa amarraba mucho los puntos y creo que siempre hay oportunidades». Cotelo insiste en que «el Sporting tiene mucho que decir allí».