El Gijón Jovellanos visita el domingo al líder, Barcelona B, en el partido más atractivo de la jornada y al que los gijoneses van con toda la ilusión del mundo. Será un encuentro complicado porque no en vano el filial azulgrana marcha invicto y se presenta como el mejor equipo de la categoría.

Para Alberto Suárez, en el «Barcelona juegan muchos de los jóvenes valores del balonmano nacional». El entrenador gijonés conoce perfectamente a la mayor parte de la plantilla rival porque nada menos que once de sus jugadores pasaron por sus manos en la selección juvenil. Varios de ellos, Víctor Sáez, Aitor Ariño y Joan Amigo, acaban de proclamarse subcampeones del mundo en Argentina este mismo año en una selección en la que a las órdenes de Alberto también estuvo Alex Costoya. Otros un poco más veteranos como Marc García Montoliu, Alberto Miralles y Rodrigo Corrales estuvieron con Alberto Suárez en el Mundial de Túnez y Carlos Molina forma parte de la actual selección junior, en la que coincidió con Ángel Paraja.

El potencial de este equipo es enorme porque no sólo son habituales en las selecciones inferiores sino que algunos de ellos, como Rodrigo Corrales, Carlos Molina, David Balaguer y Aitor Ariño, ya han jugado con el primer equipo del Barcelona e incluso Ariño ha entrado en la última lista dada por el seleccionador nacional absoluto, Valero Rivera, lo que refleja su calidad. Todos estos jugadores giran en torno a dos más veteranos, Marca García Diéguez, el capitán, y el tunecino Khaled Chentout, fichado este año y ambos de 27 años. Este último jugó la pasada temporada en el Sarriá y fue el autor del gol que impidió el ascenso directo del Gijón Jovellanos.

«Es un partido ante el que no hay que motivar a la plantilla», reconoce el técnico, quien considera que «es un reto para nosotros, bueno, cada semana es un reto, pero llegamos en un buen momento». Esto hace que no haya más presión que la lógica de un encuentro y la búsqueda de los puntos en juego, «otra cosa es que llegásemos al partido necesitados de puntos, pero afortunadamente no es el caso», indica Alberto.