Madrid, Agencias

Lo que en los últimos días se había convertido en un secreto a voces cobraba voz ayer de manera real. Y contundente. Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, aprovechó el acto de entrega de las insignias de plata, oro y brillantes a los socios con una permanencia en el club de 25, 50 y 60 años para realizar una encendida defensa del entrenador del conjunto blanco, el portugués José Mourinho, al que ha definido como «el mejor entrenador del mundo».

«Tenemos al mejor entrenador del mundo con una trayectoria impresionante y con la exigencia como norma de comportamiento. Ha tenido que soportar ataques y descalificaciones desproporcionadas e injustas, algunas de ellas que afectan a la dignidad de la persona. Desde aquí, José Mourinho, mi reconocimiento, mi confianza en tu trabajo y mi cariño», señaló Pérez entre los aplausos de los asistentes.

Las palabras de Florentino Pérez no dejan de tener por esperadas un significado muy especial. Son las primeras declaraciones del presidente blanco en medio de las turbulencias que esta temporada están sacudiendo el vestuario. Y es que Mourinho no dudó en señalar a determinados jugadores en las derrotas en Liga ante Getafe, Sevilla y Betis, y lo mismo ocurría esta misma semana tras la derrota ante el Celta en Copa. El enfrentamiento en el vestuario es evidente, como lo es el distanciamiento de Mourinho con la prensa. Y con elecciones el próximo verano, Florentino Pérez parece decidido a jugar sus cartas de la mano de Mourinho... aunque ello suponga apostarlo todo a la conquista de la Liga de Campeones.

«Hemos construido un equipo de ensueño, espectacular, donde juegan varios de los mejores jugadores del mundo. Para el Real Madrid no hay metas inalcanzables, cosa que también saben nuestros jugadores y el entrenador. Son conscientes de la enorme presión que significa formar parte de este club, donde se busca la perfección, pero también sienten vuestro cariño de forma constante», agregó.

Jugada la baza deportiva, Florentino Pérez no perdió tampoco la ocasión de hacer un guiño a los socios cuando apeló a la cohesión de los aficionados: «Somos el club de referencia y por eso siempre estamos en el centro del escenario. Todo lo que ocurre con el Madrid es observado milimétricamente. No podemos fallar en la unidad. Todos queremos un Madrid fuerte y poderoso. Nuestra principal herramienta es que mantengamos esa unidad inquebrantable», dijo.

El máximo dirigente blanco se reafirmó también en su voluntad de que la entidad no pierda su estructura actual: «La principal razón por la que me presenté fue para que el Madrid no dejara de ser de sus socios. Vivíamos una etapa difícil desde el punto de vista económico. Superamos la crisis gracias a la unidad y al apoyo que recibí. El Madrid es únicamente de sus socios y ese rasgo debe ser sagrado».

Y al insistir en el tema aprovechó también para mandar un «recado» a determinados sectores de la prensa especialmente críticos con Mourinho. «Hemos tenido dificultades muy serias, experiencias tristes que nos han obligado a hacer frente a quienes consideraban que podían manipular la vida de este club y les hemos demostrado que aquí las decisiones las toman los socios. Con un gran esfuerzo colectivo superamos una de las etapas más difíciles de nuestra historia. Hoy disfrutamos de estabilidad económica y de una gran serenidad institucional», señaló.

Florentino, que nunca toma una decisión importante sin sondear a los socios, cerró su intervención en lo que bien puede considerarse el primer acto electoral del próximo verano. «Recuerdo las razones por las que me presenté a las elecciones del Real Madrid y les puedo decir que fundamentalmente fue una: que el Real Madrid nunca deje de ser de sus socios. Tenemos el orgullo de dirigir nosotros nuestro destino. Yo soy el presidente del club y mi único poder es el que vosotros me otorgáis. Y sé muy bien que hay una línea infranqueable que nunca dejaréis traspasar a nadie y es la de ser dueños de nuestro destino. Aquí las decisiones las toman los socios, que son los únicos dueños del Real Madrid», enfatizó.

Al margen de las palabras de Florentino Pérez, el otro gran momento del acto llegó cuando el mandatario blanco se dirigió al presidente de honor, Alfredo Di Stéfano, que esta semana perdió a su hija: «Estamos si cabe más cerca de ti y te queremos aún mucho más. Pido un aplauso para el jugador más grande de la historia». El aplauso fue atronador con todos los asistentes puestos en pie.

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