El Avilés lleva siete jornadas consecutivas encajando una media superior a dos goles por partido (sólo ante el Sporting B recibió uno), y mantener la portería a cero se ha convertido en un reto porque siempre que lo consiguió ganó, excepto frente al Salamanca, en el Suárez Puerta, que acabó con empate a cero goles. Estos números lo llevan a ser el equipo con peor marca entre los diez primeros clasificados en la general, y el segundo del grupo tras el Sporting B (decimoprimero en la tabla), que lleva 15 jornadas encajando al menos un gol. El filial rojiblanco, de hecho, sólo no encajó en cuatro de las 23 jornadas de Liga disputadas.

La situación para el conjunto blanquiazul se agravó en las dos últimas jornadas con ocho goles encajados (4-1 en Fuenlabrada y 0-4 contra el Madrid C), una cifra que es superior a los seis goles recibidos en los cinco partidos que jugó en septiembre, al gol encajado en los cuatro de octubre, los tres de noviembre, los cinco de diciembre y los seis de los tres primeros partidos de enero, excluido Fuenlabrada.

Hacía algo más de dos años que el Avilés no recibía cuatro goles en un partido de Liga en casa. El último en conseguirlo fue el Marino en la temporada 2010-2011 (en Tercera), cuando ganó 2-4 en el Suárez Puerta el 5 de diciembre de 2010 y en Miramar 4-0 el 24 de abril de 2011. Y en lo que va de esta temporada sólo el Atlético de Madrid B, Caudal de Mieres y Leganés le habían conseguido meter tres goles.

El técnico, Chiqui de Paz, asume que el equipo perdió la solidez defensiva que esgrimió en la primera vuelta de la competición. «No estamos tan acertados en determinadas acciones técnicas defensivas y hay que volver a recuperar sensaciones entrenando a tope, estando fuertes mentalmente y siendo un grupo compacto», explicó.