Oviedo, Nacho AZPARREN

Las horas de despacho de Carmelo del Pozo lo habían dejado en un voluntario segundo plano. Carlos Granero, siempre al corriente de las operaciones del club, acudió ayer por primera vez en la temporada al Requexón para verse cara a cara con los que serán sus futbolistas esta temporada. Fue la primera toma de contacto, en una sesión doble que aprovechó para lanzar mensajes de optimismo ante una temporada que se plantea con un objetivo que no es debatible: el ascenso a Segunda.

«Estamos cerrando la llegada de gente contrastada, implicada y comprometida con el proyecto. Hasta la fecha hemos seleccionado el perfil de jugador que queremos firmar; vamos lento pero seguro», expresó el valenciano ante los medios. Ante la pregunta de qué posiciones le faltan al equipo por reforzar, Granero generalizó: «Menos en la portería nos faltan jugadores en todas las líneas».

La línea de trabajo de los técnicos sí apunta a puestos concretos del esquema. Con la salida de Pepe Díaz confirmada, son tres las fichas senior de las que dispone el club. El número de refuerzos se moverá entre tres y cinco. El Oviedo necesita de forma imperiosa, a juicio de los técnicos, un pivote, un media punta y un delantero. Si se dieran las condiciones necesarias en el mercado, también podrían llegar un lateral izquierdo y un extremo. «Al final nos quedará un equipo bastante majo», señaló Granero con una sonrisa.

La idea expresada tras la eliminación ante el Éibar era que el Oviedo de esta temporada propusiera cosas diferentes de lo ofrecido en la última campaña, que abusó demasiado del balón frontal a los dominios de Cervero. Las incorporaciones parecen seguir esa guía, que ahora el técnico se encarga de confirmar: «Vamos a mostrar una propuesta diferente: jugaremos de una forma diferente de como lo hicimos el año pasado, eso es lo que todos deseamos, buscamos y queremos. El cambio lo necesitan tanto el club como la afición; trataremos de empezar muy fuertes».

El proyecto no sólo supone una gran oportunidad para el club; también lo es para el valenciano. Granero asume su primera empresa desde el inicio en las tres últimas campañas, cuando actuó de apagafuegos con la competición iniciada. «Me había incorporado a equipos en los que no he influido en la confección de la plantilla y me tocaba asumir lo que me encontraba. Ahora es diferente. No hemos dejado de trabajar para construir un equipo con recursos, equilibrado y con más posibilidades. Queremos un equipo que se ajuste a nuestro modelo de juego», defendió el técnico.

Los movimientos en el mercado de verano se están produciendo esta vez con más lentitud que en anteriores ocasiones. La crisis afecta de tal forma que muchos equipos aún desconocen la mayoría de efectivos con los que contarán para la temporada. El Oviedo se ha apresurado a cerrar algunas incorporaciones cuanto antes y por eso ya figura en las quinielas de muchos como favorito al ascenso. Granero reparte la vitola de equipo a batir con otras referencias de la categoría: «Cádiz, Nàstic, Racing y nosotros nos estamos moviendo más o menos en los mismos perfiles de jugadores».

Por último el técnico hizo referencia a la tardanza de la Federación, aún pendiente de qué ocurrirá con el nuevo Salamanca, por definir los grupos de Segunda B y el calendario. «A lo largo de la semana que viene deberíamos conocer cómo quedan finalmente grupos, aunque no es un handicap para nosotros. No nos molesta ni nos preocupa», indicó el entrenador.

El Oviedo regresa hoy a los entrenamientos a partir de las 09.30 horas, en el Requexón, y mañana los jugadores disfrutarán de una jornada de descanso antes de volver al trabajo el lunes.