Carlos Granero

La escena va camino de convertirse en la tónica general esta temporada. Carlos Granero está más que familiarizado a dar su punto de vista sobre las victorias del Oviedo fuera de casa. Pero quizás por lo vivido en las últimas semanas, con el enfado mayúsculo de la afición azul por los resultados, a Granero no se le perciben ahora síntomas de euforia o de alegría desbordante. La Liga es competitiva y trabajada y con la victoria en Las Gaunas, los de Granero se sitúan ahora a tan solo tres puntos del líder de la categoría, el Racing de Santander. "Este resultado nos da crédito. Este Oviedo está vivo, muy vivo. Hay 20 chavales en este vestuario comprometidos que quieren sacar esto adelante", sintetizó en pocas frases Granero el sentimiento de la plantilla y cuerpo técnico después del paso adelante hacia los puestos de honor de la tabla.

Para Granero, el desarrollo del partido fue similar a muchos de los partidos que pueden verse cada fin de semana en esta categoría. "Siempre he defendido que la Segunda B es una división muy difícil, solo hay que mirar los resultados de esta jornada", aseguró; "Los partidos hay que trabajarlos y sacrificarte. Y marcar diferencia a partir del minuto 60 o 70 de partido porque son partidos muy tácticos que solo se pueden resolver en el tramo final".

Para explicar la victoria, el técnico encontró una similitud algo lejana en el calendario, la de la primera jornada liguera: "Es un partido similar al que jugamos en Burgos. Fue incluso mejor porque esta vez no sufrimos al final. Acabamos con soltura. Nuestro mérito ha sido minimizar los errores atrás y provocar los fallos de la UD Logroñés. Les obligamos a fallar".