Oviedo, Javier ARECES

El Caudal es el viajero perfecto. El equipo de Iván Ania saldó ayer su cuarto partido fuera de casa con otras tanta victorias, en las que ha conseguido siete goles y no ha recibido ninguno. El Caudal durmió como líder tras vivir un duelo marcado por la actuación arbitral, ya que Muñoz Suárez expulsó a dos jugadores locales, así como al segundo entrenador caudalista, Mario Prieto.

El Covadonga cedió el balón desde el primer minuto, buscando defenderse y salir a la contra, mientras que el Caudal llegaba sin culminar sus acciones. El primer aviso del partido lo firmó Javi Sánchez al rematar de cabeza por encima del larguero, en el minuto 18, mientras que los locales su primer disparo con peligro lo realizó Manolo en el minuto 40 enviando Bussman a corner.

En la reanudación siguió la misma tónica con un Caudal dueño del balón y un Covadonga replegado. El primer gol llegó al sacar el Caudal una falta sin dar tiempo al portero a colocar la barrera. El guardameta detiene el balón, pero reclama al árbitro que no le dió tiempo a colocarse y le señala falta al borde de la línea de meta. En esta acción Annunziata pasa a Jaime y este dispara a puerta, pega el balón en un defensor y se cuela por la escuadra. Esta jugada supuso, entre otras sanciones, la expulsión de Negredo.

La sentencia llegaba poco después en una buena jugada de Javi Sánchez por la izquierda quien cede a Annunziata, que solo tiene que empujar el balón. A partir de ese momento, con dos jugadores menos, el partido quedó roto y el Covadonga fue incapaz de reaccionar. El árbitro desconcertó a los componentes de los dos equipos y fue muy protestado por los locales. La victoria, en términos generales fue justa, aunque el Covadonga lo intentó hasta el final.