El Sporting debutó en el Nuevo San Mamés con un inicio de partido de lujo y terminó con una sensación de impotencia y de decepción después del que sin duda ha sido el peor partido del regreso a Primera. El Athletic Bilbao fue muy superior y ganó por tres a cero. Sin discusión. Como fue indiscutible el caserismo arbitral, que sacó la primera tarjeta a los rojiblancos a los 13 minutos de juego por la segunda falta del equipo, con Halilovic como destinatario. Los pájaros, una vez más, disparan a las escopetas. La segunda tarjeta, en seguida, con Mascarell como objetivo.

El gol de Susaeta, tras excelente jugada, encarriló aún más el partido para el equipo vasco, que metió presión de forma continua a un Sporting que pese a la presencia de tres centrocampistas puros siempre tuvo perdida la zona ancha, donde Beñat dio un recital de lo que es un medio.

El paradón de Alberto, una parada digna del mejor Keylor Navas, fue el prólogo del penalti que Williams le sacó a Mascarell. Alberto paró el lanzamiento de Aduriz, pero el rechace llegó al delantero, que ya no falló. El partido se acabó ahí. El Sporting no pudo llegar al intermedio con un solo gol de desventaja, circunstancia que podría haber dado esperanzas a los anoche amarillos de poner en aprietos a los locales. Pero dos goles de ventaja para un equipo en fase de lanzamiento como es el actual Athletic es distancia demasiado larga.

El Sporting salió del camerino con el cambio de Carmona por el amonestado Mascarell, relevo que, por fin, permitió a Halilovic irse al centro, donde saca lo mejor de su talento. Pero fue lo mismo. El croata no tuvo su noche, como no la tuvo nadie del equipo, salvo Alberto, ejemplar siempre, y quizá el segundo tiempo de Isma López, en una particular reivindicación personal.

En el arranque de la segunda parte no volvió a marcar Aduriz porque su remate se encontró con el poste izquierdo de la portería de Alberto. Fue el aviso de que nada iba a cambiar. Sin embargo, el Sporting sufrió una leve mejoría en los minutos siguientes, aunque sin crear un solo peligro. Debutó Mendi en lugar de Guerrero y Nacho Cases vio la tarjeta que le dejará ausente el domingo ante el Málaga.

Poco después llegaba el segundo de Aduriz, siempre Aduriz, que cerraba con el tercer gol un magistral contragolpe de Beñat, que corrió metros y metros sin que ningún rival le saliera al paso.

El Sporting, comienzo del partido a un lado, jugó su peor partido y cosechó el peor resultado del presente ejercicio. Se abrigó poco quizá para evitar el bombeo vasco adecuado para futbolistas que van de cine por alto. Los goles llegaron por bajo en los peores momentos de un duelo que sólo se recordará por el debut de Mendi, otro llegado desde el filial. La distancia con los puestos de descenso se ha acortado y el Sporting aparece ahora cerca de los tres del descenso. La cuestión, como bien recordó Lora tras la decepción, está en ganar los puntos de casa. El domingo llega el Málaga, al que es de obligado cumplimiento ganar. "En el maizal se vive muy bien", dice el clásico Corripio Monestina. Pues eso, hay que seguir en el feliz maizal de la Primera a base de la suma de puntos.