La Premier entonará "La Marsellesa" en homenaje a los muertos de París, los muertos en los brutales atentados se entiende, los muertos por el terror, en palabra que usan como resumen de lo sucedido algunos políticos patrios con sensibilidad. La Liga no puede quedarse atrás y no se ve inconveniente en que los estadios se reproduzcan por los altavoces de ambiente las estrofas del himno nacional francés. Si la Liga no da el paso, sería ejemplar que lo diera el Sporting. La solidaridad en días tan duros como los presentes nunca está de más. El ejemplo inglés tiene que ser seguido.

Como seguido va a ser el clásico de mañana, al que va a acudir el hijo del ministro del Interior, que es del Barcelona, según confesión del padre que da así un mensaje de tranquilidad a los aficionados. El clásico es uno de esos partidos que nadie se quiere perder, pero que se perderán jugadores de ambos equipos que aspiran a ser titulares. El primero, Messi, a quien la afición blaugrana no quiere ver de titular, según revela una encuesta realizada por un periódico de Barcelona. Los aficionados azulgranas, de acuerdo con esos datos, no quieren que su gran estrella corra riesgos con una recaída que podría resultar fatal.

En el Real Madrid hay más jugadores que sueñen con ser titulares, pero que ahora mismo son dudas muy serias para Rafa Benítez. El primero, Benzema, a quien se le mezclan los graves problemas personales que tiene en marcha con una lesión de la que no termina de recuperarse. El segundo, James, que ha avisado desde su Colombia natal que está en perfecto estado, en clara respuesta a su entrenador, quien afirmó tras el partido de Sevilla que aún le queda mucho tiempo y trabajo para estar en buenas condiciones.

El juego con los lesionados y los recuperables va a ser largo por una y otra parte, Rafa Benítez y Luis Enrique. Hasta el hermano de René Ramos, Sergio, entra en la tarea de despiste con el estado de su dañado hombro. Luis Enrique, por cierto, ya tiene libro. Y tiene buena pinta. De Pumarín a la gloria de una Liga de Campeones en su primer año como entrenador del campeón. Mañana el gijonés protagonizará desde uno de los banquillos un partido grande.

Será grande a su nivel, claro, el partido matinal de pasado mañana en el Anfield del Piles, donde el Sporting se juega un gran trozo de la tarta de la tranquilidad, y el Levante, la vía de salida de la cola. Partido grande, en suma, para el que, por ejemplo, el entrenador valenciano, Rubi, se fija en el detalle del mal tiempo, detalle en el que cada día se fijan los técnicos porque los días de los campos embarrados han pasado a mejor vida. Hace cuarenta años sí que tenía sentido que los entrenadores del Sur tuvieran en cuenta lluvias y ventoleras, pero los tiempos han cambiado para bien. Los tiempos han cambiado, pero las buenas costumbres han de ser mantenidas; si pregunto, ¿molesto?: ¿es cierto que Dani Ndi fue el tercero que recibió los aplausos más fuertes en El Molinón durante la sesión de entrenamiento de ayer por la tarde? Finos analistas aseguran que los más fuertes fueron para el gran timonel, y los segundos, para Halilovic, el autor de aquel remate al larguero que hubiera sido el empate de Croacia.