Aunque el fútbol lo acapare todo, y más con la ilusionante temporada del Oviedo, los aficionados al baloncesto en la capital están de enhorabuena. La desaparición del Gijón Baloncesto provocó un vacío en la élite que, con sensatez y paciencia, se ha encargado de llenar el Unión Financiera Oviedo. Merece la pena darse una vuelta por un Pumarín irreconocible. Y más esta temporada, en la que pisa su parquet un jugador diferentes, de esos que justifican el precio de la entrada. El porcentaje de acierto de Héctor Galán en los fichajes está a la vista de cualquiera que eche un vistazo de las plantillas ACB, pero con Jordan Swing se ha coronado. Es casi un milagro que el norteamericano haya aterrizado en Oviedo y, como es lógico, no dudará mucho por aquí. Por eso toca disfrutar del "efecto Swing" mientras se pueda.