La plantilla del Avilés está centrada en el inminente play off de ascenso a Segunda B (el lunes se conocerá su primer rival), pero los técnicos llevan tiempo ojeando jugadores cara a la próxima temporada. El trabajo será intenso porque sólo tienen contrato Nacho Fernández, Pantiga (que se ganó la continuidad al jugar el mínimo de partidos que exigía el contrato), Nacho Méndez, Matías, Jorge Rodríguez y el angloghanés Michael Awaah, sub-23 que acaba de firmar por tres años. Jorge Sáez tiene firmada esta temporada con opción a otra si se logra el ascenso.

El club está contento con el trabajo de este año y quiere consolidar el actual proyecto, pero lo primero es determinar los que interesan de la plantilla y la próxima semana empezarán los contactos para saber la predisposición de cada jugador por seguir. Y en general será buena, según avanzaron varios futbolistas a este diario porque el vestuario está satisfecho al estar la directiva al día en lo económico y por el éxito deportivo tras lograr meterse en el play off y pelear por el ascenso en un año muy complicado para el club blanquiazul.

El portero Guillermo (37 años) es el único que ya sabe que el club quiere que siga, pero el ovetense está pendiente de su futuro laboral aunque si sigue jugando será en el Avilés porque hay muy buena sintonía entre ambas partes. Entre los defensas, el carrilero derecho Marcos Torres (23 años) escuchará la propuesta. "Me gustaría seguir porque llevo un año muy cómodo y estoy muy contento tanto fuera como dentro del equipo". El vigués no supedita la continuidad al ascenso. "Subir sería mucho mejor para todos, claro, pero si no es así tampoco habría problema", precisó.

Óscar Ruiz (22 años), el carrilero izquierdo que llegó desde el Oviedo B en enero hasta el final de la temporada lo tiene claro. "Me encantaría quedarme porque estoy muy contento".

El central gijonés Borja Noval (30 años) es categórico. "Por supuesto que me gustaría seguir y aunque no se suba mi primera idea sería el Avilés, sin duda". Su compañero de zaga, el ovetense Otero (38 años) dice que lo importante ahora "es acabar bien y llegar lo más lejos posible en el play off", pero no cierra las puertas a seguir. "Si mi quisieran, yo que se, no depende de mi". Y añadió: "Yo estoy contento, creo que se están haciendo bien las cosas a todos los niveles y mi handicap es la edad, pero mientras pueda rendir al nivel necesario ahí estaré. Otra cosa es que el club y el míster estén contentos conmigo y que me quieran otro año".

Jorge Fidalgo (26 años), el extremo gijonés que acabó jugando de central hasta convertirse en el comodín de Pablo Lago, dice que aún es pronto para decidir. "Ya se verá, pero bueno yo estoy contento". El joven cántabro Ibón (20 años), que contó poco en la segunda vuelta, también piensa en blanquiazul. "Si el club sigue contando conmigo encantado de seguir, por qué no. Aquí me trataron muy bien desde que llegué y estoy muy a gusto".

Los centrocampistas tienen un sentir parecido. Matías (27 años), que le queda un año de contrato, espera seguir "mucho tiempo porque estoy encantado con el club y con la gente". Dudi (35 años) es igual de conciso. "Me gustaría seguir, claro, ¿por qué no? Este es un buen sitio". En parecidos términos se manifiesta el madrileño Jorge Sáez (25 años). "Me gustaría mucho seguir en el Avilés en la categoría que sea y a ser posible acompañado de estos chavales".

El Avilés también es la primera opción para el joven delantero avilesino Jorge Cayarga (19 años), que llegó en el mercado de invierno desde el Oviedo B. "Claro que si, por supuesto que quiero seguir al margen de que se suba porque es el equipo de mi ciudad". El vigués Luismi (23 años), por último, avanza que "estoy muy a gusto, siempre lo he dicho", y deja el futuro en el aire. "Ya se verá. Supongo que también dependerá de que se suba o no, pero yo estoy muy contento aquí y me quedaría encantado".

El buen año no pasó desapercibido para otros jugadores y el club tiene muchos ofrecimientos de futbolistas asturianos y de fuera, incluso de algunos que declinaron fichar en julio por la incertidumbre que vivía el club.