El presidente del Marino, Luis Gallego, hizo ayer un balance "en líneas generales positivo" de la temporada recién concluida tras caer el equipo en la primera ronda del play-off de ascenso a Segunda B ante el Gavà barcelonés. "Ganamos la fase regional de la Copa Federación, que es una competición importante para nosotros, y nos metimos en el play-off, así que fue una temporada que se sacó adelante y se lograron los objetivos", precisó.

Gallego diferencia la primera vuelta de la Liga "que es para borrar porque fue un fracaso total con derrotas que nunca teníamos que haber sufrido y que nos llevaron a una clasificación no acorde con el Marino", y la segunda vuelta. "Empezamos con una reacción que se cortó contra el Covadonga y el Astur, pero a partir de ahí el equipo se concienció y en el último cuarto fuimos protagonistas del campeonato porque todos se preguntaban si el Marino llegaría al play-off".

El equipo al final se metió de cuarto y Gallego lamenta la eliminación ante el Gavà. "Se perdió injustamente por detalles y no tuvimos suerte porque fuimos superiores en los dos partidos".

Lo peor es que el club cerrará la temporada con un déficit importante por primera vez en los 32 años que lleva Gallego en el club. Y el motivo es que el Ayuntamiento le retiró el permiso para explotar las casetas de la playa porque a partir de ahora tendrán una gestión municipal, y era un dinero que estaba presupuestado para esta temporada que habrá que sacar de otro sitio.

La alegría la dio la asociación de vecinos El Crucero y el pueblo luanquín, que se movilizaron para ayudar al club a sufragar el coste del largo viaje a Gavà con un sorteo de jamones y la venta de gorras. "Les estamos muy agradecidos por un apoyo y un trabajo desinteresado que nos aportó 815 euros", dice Gallego.

Todo eso ya es historia y el presidente empezará mañana jueves a trabajar "con calma y tranquilidad" cara a la próxima temporada que será necesariamente más austera en el aspecto económico, entre otras cosas porque el Ayuntamiento de Gozón redujo la subvención al club en un 45 por ciento respecto a este año, además de perder los ingresos por las casetas de la playa.

La primera decisión a tomar es la posible continuidad de Blas García como técnico, un asunto que está en el aire porque ambas partes no hablaron desde que concluyó el partido del sábado en Gavà. Tampoco está claro el número de jugadores que seguirán en el equipo. Todos concluyen contrato el 30 de junio y habrá que volver a negociar, aunque es probable que haya bastantes novedades respecto a este año.

El club despide hoy oficialmente la temporada con una cena en Antromero para los jugadores, técnicos y directivos.

Mejoras en Miramar. Los operarios empezaron ayer los trabajos retapinando y segando el campo, y hoy está previsto meter abono y semilla para pinchar el césped más adelante. El objetivo es cuidarlo al máximo para que esté en buenas condiciones cara al inicio de la pretemporada dadas las malas condiciones del sintético de Balbín, donde los jugadores no pueden realizar un trabajo físico de nivel por temor a las lesiones por el mal estado del sintético.