"Tengo posibilidades de seguir porque me llamaron otros equipos, pero no tengo intención. La intención es ir por otros caminos y retomar lo que estaba haciendo antes", afirmó ayer Roberto Suárez. Empezó la temporada como segundo entrenador de Blas García, pero el equipo lo necesitó y, a sus 41 años, en enero descolgó las botas después de ocho años sin jugar. "Me encontré bien, cómodo. Ya conocía a los compañeros de todo el año entrenando con ellos y sabía de sus cualidades, solo fue aportar las mías y tratar de ajustar cosas", explicó el centrocampista.

La decisión de entrar en el equipo fue una sorpresa, pero no fue repentina: "Empecé a jugar porque me sentía a gusto, porque el vestuario era bueno y trataba de buscar lo que le faltaba como grupo y equipos, para aportar mis ideas y mi forma de entender el fútbol y para ver si podía dar más rendimiento cara al final de Liga", señaló el jugador. Su intención era ayudar y cree que lo ha conseguido. "Ahora se acabó. Hice mi cometido y era lo hablado. Finalizó la temporada y mi intención es dejarlo. Esto fue momentáneo, aunque no descarto nada porque tampoco pensaba jugar durante este tiempo y pasó", afirmó Roberto Suárez.

El centrocampista afirma que no fue difícil adaptarse, recuperar su rol dentro del césped en lugar de en el banquillo. "Estaba en buena forma y me divertí, pero parece que fue mejor porque el equipo hizo un tramo final muy bueno, y sobre todo los dos partidos del pla-off con el Gavà, que se nos escapó por detalles. Yo pensaba que el que pasara podía subir y creo que así será", sentenció.

Aunque la eliminación en el play-off fue un golpe duro, Roberto Suárez, valora mucho el trabajo de sus compañeros: "Creo que la eliminación no empaña el esfuerzo que hicimos. Por presupuesto y por plantillas, creo que en la Liga dejó al Marino donde le corresponde porque hay equipos más fuertes y van quedando por el camino los equipos con menos presupuestos. Los cuartos y terceros siempre más complicado por los cruces con los primeros", señaló.

La eliminación ante el Gavà le dejó una sensación agridulce. "Llegamos muy competitivos al final, que fue lo que nos faltó en al primera vuelta, y ellos eran un equipo joven y muy intenso pero con sus puntos débiles. Dos equipos diferentes que competían muy bien y es importante en una liguilla de estas características", explicó el jugador. "Fue una pena porque estábamos muy convencidos de llegar hasta el la última eliminatoria. No fue así y es un chasco para todos porque nos veíamos fuertes y con ganas de competir", añadió.

Roberto Suárez insistió en que se encontró muy a gusto en el Marino: "Aprendí mucho en este tiempo. Cosas que no hay que hacer y otras que me reafirman que haciéndolas así el trabajo sale", sentenció. Y eso que fue una experiencia nueva para él, ya desde el banquillo: "Fue todo nuevo porque nunca trabajé en esta categoría, siempre en el fútbol profesional, y es otra forma de ver el fútbol. Comprendí que es muy difícil conjugar trabajo y estudios, y que es complicado trabajar con pocos recursos. Por eso pienso que hay que dar mucho mérito a los que sacan rendimiento a una plantilla con esas dificultades", explicó.

Ahora le toca aplicar lo aprendido en otros lares: "Si surge la ocasión de volver a ser segundo entrenador, bien, y si puedo entrar en alguna secretaría técnico o director técnicos, también, que es lo que hice después de dejar el fútbol en activo. Fue un año muy completo para mí".