Los jugadores del Avilés llegaron de las vacaciones en buena forma física, al menos así lo considera el nuevo preparador físico, Dani Balbín, que fue presentado ayer oficialmente en el Suárez Puerta por el secretario técnico del conjunto blanquiazul, Juanjo Prendes. "Puede haber algún caso puntual, como pasa en todas las plantillas, pero aquí este año no sobran muchos kilos", asegura.

Balbín asume que no conoce a los jugadores "porque nunca trabajé con ellos", y se guía por las referencias que le dan Pablo Lago y su segundo, Pablo Busto, pero está contento con el trabajo desarrollado en estos cuatro primeros días de trabajo. "Lógicamente tenemos mucho trabajo por delante, pero hasta ahora sólo puedo tener palabras de elogio por su actitud hacia el trabajo y desear que todo siga así".

Natural de Infiesto, de 38 años, Dani Balbín jugó en varios equipos de la Tercera asturiana, de la madrileña y de Castilla-La Mancha como Llanes, Titánico, Lealtad, Moscardó, Unión Adarve, y Guadalajara. Estudió en el INEF de Madrid y trabajó en la capital como preparador físico en el Valdemoro y el Adarve. De vuelta a Asturias estuvo en el Covadonga, se fue a la Segunda división China unos meses, al Lealtad el pasado año y ahora recala "con toda la ilusión del mundo "en el Avilés. "Me decidí a dar el salto porque en el Lealtad (Segunda B) había alguna diferencia para renovar y el Avilés me demostró mucho interés desde que se puso en contacto conmigo. Tuve muy buena conexión desde el principio tanto con Pablo Lago como con José Luis Tamargo y el proyecto es muy bueno". El único pero es el descenso de categoría, pero al técnico no le importa. "No me asusta nada porque el Avilés tiene un proyecto sólido para crecer, y es un club histórico que tiene mucho respaldo detrás", explicó.

El técnico piloñés tiene claro que el objetivo este año es ascender. "Lo supe desde el primer momento que se pusieron en contacto conmigo porque todos sabemos a lo que venimos. Tendremos mucho trabajo, pero se está haciendo muy bien y si seguimos así no tengo ninguna duda de que lograremos el objetivo", señaló.

En abril y mayo es cuando se juegan las cosas importantes de la temporada, pero asegura que la planificación está enfocada para intentar ganar desde la primera jornada. "Es un trabajo para sumar los tres puntos en el primer partido y tratar de mantener todo el año la mayor intensidad posible para llegar muy bien al play-off después de haber competido cada semana al cien por ciento".

El equipo se está rejuveneciendo mucho con los fichajes y Dani tendrá que trabajar con gente experimentada "que tiene muchas tablas y que sabe cuando tiene que dosificarse y cuando dar el cien por ciento", y con jóvenes a los que, recordó, "siempre se les pide un plus de intensidad". Y en su opinión, esa mezcla le va a venir "muy bien" al equipo. "Los jóvenes tienen mucho que aprender y aquí lo pueden hacer de sus compañeros veteranos".

Los jugadores están pasando por las típicas molestias y agujetas del inicio de la pretemporada por la carga de trabajo, pero Balbín recuerda que es normal. "No se quejan mucho, pero alguna agujeta tienen y me preocuparía si no las tuvieran porque eso diría que están asimilando demasiado bien el trabajo y tendríamos que replantearnos las cosas", comentó.

El nuevo preparador físico del Avilés tiene una máxima en el trabajo. Le gusta que el futbolista salga muy metido al entrenamiento y mantenga la concentración durante toda la sesión "porque es la forma de que vayan saliendo las tareas poco a poco". Y más que imponer ideas pretende que el jugador entienda lo que quiere de él en cada tarea. "Es una fórmula que suele dar más resultado porque lógicamente el jugador también quiere mejorar", concluyó.