El pundonor y la capacidad de sufrimiento que está demostrando el Unión Financiera esta temporada es digno de elogio. El equipo carbayón recuperaba ayer el liderato de la LEB Oro tras ganar un durísimo partido en Logroño al Clavijo. Un choque al que llegaron con la baja por enfermedad de Löfberg y que sacaron adelante evidenciando una vez más que se trata de un equipo solidario en el esfuerzo y que nunca deja de confiar en la victoria.

El Unión Financiera venía de perder su primer partido en casa (70-74 ante el Ourense) esta temporada. La clasificación para la Copa Princesa -la juegan contra el Burgos el viernes 27 de este mes en Pumarín- y la acumulación de partidos por el endiablado calendario de la LEB Oro podían llevar a la plantilla a relajarse. El objetivo que les han marcado en el club no es el primer puesto y, por lo tanto, nada se les podía reprochar por acumular un par de derrotas seguidas tras una gran primera vuelta. Además, visitaban a un Clavijo en alza que llegaba tras sumar dos victorias ante rivales de la dureza de Palencia y Lleida. Y todo ello sin Löfberg, el máximo anotador del equipo.

Pero muy pronto quedó claro que esta plantilla no se conforma con lo que ya ha hecho. Lo mejor del Unión Financiera fue la puesta en escena: salieron con el cuchillo entre los dientes y llegaron a tener una renta de doce puntos (7-19) a falta de dos minutos para terminar el primer cuarto. Un imperial Salvó anotó diez puntos en un primer parcial en el que al final los locales lograron minimizar los daños (14-21).

A partir de ahí el partido se complicó. Al Unión Financiera le costaba anotar y estaba siendo superado por el Clavijo en la faceta reboteadora. Los de Logroño terminaron capturando 14 rebotes ofensivos por cinco los carbayones. Demasiadas segundas opciones para un Clavijo que se hizo con el mando del partido. Lo peor para el Unión Financiera llegó tras el descanso. En el final del tercer cuarto concedieron un parcial de 10-0 que dio una cómoda renta (53-46) a los locales para encarar los últimos diez minutos.

El Clavijo tenía el encuentro donde quería y el Unión Financiera había visto cómo su buen inicio no había servido para nada por el desacierto en el tiro y por su inferioridad reboteadora. Pero Carles Marco puso a sus hombres a trabajar para dar la batalla hasta el final. Al primero que llamó a filas fue a un Dani Pérez algo errático hasta entonces. El base barcelonés consiguió que el equipo subiera la intensidad en defensa y empezó a generar puntos en ataque. Para él y para sus compañeros. Todo ello acompañado por un Salvó que hizo su mejor partido de la temporada (22 puntos y 23 de valoración) y por un Jesperson que tuvo en el último cuarto el acierto que le había faltado en el resto del partido.

Un parcial de 0-6 apretó de nuevo el partido (53-52) y ya anunciaba el emocionante desenlace que tuvo el choque. Ya no hubo rentas mayores de tres puntos. El partido estaba empatado a 63 a falta de 1.20 para terminar cuando Dani Pérez falló un triple. Un tiro libre anotado por Herun ponía uno arriba (64-63) a los locales a 56 segundos. Dos Anjos adelantaba de nuevo al Oviedo (64-65) y una buena defensa mantenía la exigua ventaja cuando quedaban 30 segundos y el equipo de Carles Marco tenía el balón. Erró Dos Anjos y el capitán de los riojanos, Ruiz de Galarreta, tuvo aún un complicado tiro para ganar. Falló. El líder defiende el sábado (20.15 horas) en Pumarín su puesto ante el Burgos, el rival con el que se jugará el día 27 el primer título oficial de su historia.