El Universidad perdió ayer ante un Sant Adriá que fue superior y que acabó con la resistencia estudiantil a base de triples (anotaron 14 en 36 intentos). El conjunto catalán, segundo en la clasificación y que ayer certificó de manera matemática su presencia en la fase de ascenso, demostró ser un equipazo, capaz de mover bien el balón, con jugadoras de gran poderío físico y mucho talento para anotar.

Enfrente tuvieron a un Uni del que hay que resaltar su pundonor: no se dejó ir en ningún momento a pesar del acierto de su rival y del agotamiento que iban acumulando algunas de sus jugadoras a causa de los muchos minutos que pasaron en pista. Las estudiantiles aguantaron sobre todo en el primer cuarto, pero en el tercero y el cuarto las catalanas se fueron en el marcador de forma irreversible.

Lo mejor para las estudiantiles es que puede que la lesión de su capitana Andrea Sierra no sea tan grave como se preveía y que pueda regresar para ayudar al equipo de cara a un final de temporada en el que se están jugando la permanencia del equipo en Liga Femenina 2.