"Trabajé mucho para dar un salto más en mi carrera y éste es el triunfo más importante de mi trayectoria y encima en una tierra y en una Vuelta que se me dan bien y me gustan". Raúl Alarcón, tras bajar del podio con el maillot de ganador de la Vuelta a Asturias, estaba emocionado al recibir las felicitaciones de Nairo Quintana y de Óscar Sevilla.

El alicantino del equipo portugués W52-Porto tiene claro que fue "clave en este triunfo la confianza que me dio el equipo y el apoyo que tuve de los compañeros arropándome. Hicieron un trabajo fenomenal y luego pude responder mejor incluso de lo esperado. Especialmente porque tener de rivales a tan grandes campeones como Nairo Quintana y Óscar Sevilla, que era para temerlos".

Alarcón en su balance particular reconoce que "pocas veces pasé tanto frío como en el Acebo e incluso allí fui precavido porque como tenía unos segundos de ventaja logrados en Pola de Lena preferí ser prudente ante el temor a atacar a Nairo y que luego me remontara. Y en esta última subida al Violeo viví con intensidad los ataques de Sevilla, y como conocía bien el recorrido hasta Oviedo, de otras ediciones, pasé al ataque porque sabía que bajando me iría bien. Fue muy emocionante entrar en solitario en la calle Uría como líder y ganar la etapa final".

Mientras, Nairo Quintana (Movistar), segundo en la general, explicó que "vi muy fuerte a Alarcón y me sorprendió su ataque. Las piernas, seguramente del frío del Acebo, no me iban tan finas como esperaba y encima luego bajando no quise arriesgar mucho porque no conocía la carretera y no me podía caer estando tan cerca del Giro de Italia, donde tengo puestas muchas ilusiones".

Precisamente el colombiano consideró que "lo más positivo de esta Vuelta, aparte de poder ganar en una etapa y en un puerto tan duro como el Acebo, es sentir que mi preparación va bien y que las piernas me responden. Sé que estoy en buena forma para Italia y eso ahora es lo más importante".

Finalmente, Óscar Sevilla matizaba que "me dolió tener la avería en el momento final de los ataques en el Acebo. Me veía bien y por eso en el Violeo también probé al líder desde abajo, aunque luego Alarcón nos tomó unos metros y no lo pude coger".