José María Tejero, presidente del Real Avilés, y Álvaro López, que encabeza el proyecto de gestión del club, ya dan casi por hecho que se verán en los juzgado, algo que puede ser terrible para la entidad. Tejero ya había anunciado que no firmaría las fichas de los jugadores del primer equipo hasta que los gestores del club no hicieran frente a la deuda de la escuela, además de presentar un presupuesto avalado de la temporada. El problema es que de no firmar las altas de los jugadores estos no podrán competir oficialmente y las consecuencias para el equipo son la descalificación y el descenso. "Va a llevar al equipo a Regionales, no hay forma de que esto se arregle porque Tejero no tiene ningún interés en que haya estabilidad", señaló ayer Álvaro López desde México.

Ayer Tejero se ratificó en sus palabras con un comunicado lanzado por el consejo de administración del Real Avilés Club de Fútbol SAD, que él preside, en el que "invita" a López a dejar la gestión después de agradecer su trabajo por la entidad: "En el ánimo de este consejo está el que se cumpla el acuerdo suscrito, pero también entendería, como han hecho anteriores gestores, que don Álvaro López desistiera de la gestión por cuestiones económicas". Luego añade: "Este consejo no facilitará a la sociedad gestora ningún otro derecho mientras no se cumpla íntegramente el contenido del acuerdo". Por ello, seguirá adelante con la demanda de rescisión de contrato que presentó hace semanas por incumplimiento del acuerdo. Álvaro López también quiere citarle en los juzgados y afirma que sus abogados preparan la denuncia. "Es un hostigamiento continuo y preparamos una demanda por daños y perjuicios porque ya llevamos 400.000 euros gastados aquí. Nos ha estado chantajeando con lo de pagar la deuda con los jugadores de antes de que llegáramos para que el equipo pudiera competir, con que pagáramos el autobús de la cantera, porque si no los niños no iban a poder ir a jugar. Son cosas que no nos corresponden y hemos pagado por el bien del club. Llegaremos hasta el final", señala López.

La escuela es el motivo del enfrentamiento. "No voy a pagar nada de la escuela porque no se me dejó administrarla. No nos han dejado poner un administrador, contratan gente y gastan dinero sin que lo aprobemos y además cobraron publicidad, entradas de los partidos y ese dinero se lo han llevado, no nos han dado cuenta de ello", sostiene López. Al primer equipo, como en la escuela, llegaron en diciembre con los contratos ya hechos, pero hay una diferencia: "Siempre tuvimos control de lo que pasaba a partir de ese momento, cada gasto era revisado, cosa que en la escuela no pudimos hacer". Por eso, no la ha incluido en el presupuesto.