El técnico del Avilés, Iván Palacios, acabó satisfecho del que definió como "el partido más raro de mi vida" porque sólo tuvo una semana para prepararlo y armar el equipo con jugadores que ni se conocían. "Es un punto de premio que nos sabe bien porque, aunque el resultado para nosotros era anecdótico, había que negociar el esfuerzo y que los chavales estuvieran en el partido los 90 minutos. Y lo hicieron".

El entrenador avilesino destacó "el esfuerzo y la actitud" de los futbolista, "que va a ser innegociable", valoró el juego del equipo porque, "creo que controlamos el partido cuando llevamos tres entrenamientos y era la primera toma de contacto entre los jugadores", y lamentó no haber sumado los tres puntos "porque siempre queremos ganar, aunque dimos una buena imagen".

Palacios asume que el equipo tiene que mejorar "y sabemos lo que tenemos que intentar para estar un poco más arriba", y comentó que el empate fue muy celebrado en el vestuario. "Sabíamos que iba a ser difícil, aunque creo que la expulsión de ellos nos benefició, y están contentos porque solventamos la papeleta con un puntín".

El equipo entrena esta mañana (10.30 horas) en el Suárez Puerta y el martes descansa en espera de que esta semana lleguen jugadores "para hacer un Avilés potente y que pueda competir en cualquier campo", concluyó.