El partido de fútbol que ayer enfrentaba al Bala Azul y al Murcia Imperial el complejo deportivo de Mazarrón fue suspendido en el comienzo de la segunda parte por decisión del árbitro Ignacio Alcaraz Bernal al ver amenazada su integridad física y las de sus auxiliares tras haber expulsado a tres futbolistas del equipo local. Reclamó la presencia de fuerza público que no llegó.