Pablo Castiello y Diego Polo son dos de las jóvenes promesas del Langreo. Sin embargo, ambos dieron un paso adelante en su crecimiento como jugadores durante la campaña en la que coincidieron en el Mosconia, la temporada 2015-16. Tanto el defensa como el delantero fueron piezas clave en la permanencia del equipo del Marqués de la Vega de Anzo.

"Fue un año bueno, era mi segunda temporada en Tercera y pese a dos lesiones importantes que tuve, me sentí muy cómodo en el equipo", destaca Diego Polo. Castiello llegó cedido por parte del Oviedo B y asegura que "fue un año de gran aprendizaje, supimos sufrir, apretar y tuvimos el premio de la permanencia". Para el defensor, que había pasado por las categorías inferiores del Oviedo y del Sporting, cree que llegar al Mosconia "fue hacerlo a otra realidad, donde te curtes como jugador y donde no tienes todo al alcance como en los dos grandes clubes de Asturias (Oviedo y Sporting)".

Nacho Cabo era el técnico de aquel equipo. "Mostró muchísima confianza en mí, me sirvió para mucho", asegura Polo. Diez fueron los tantos que marcó. El defensa Castiello vio menos portería, pero en el duelo que les midió al Langreo en Grado anotó los dos goles del Mosconia. "Es una pena porque no nos sirvió para ganar", apunta.

Los dos futbolistas mantienen contacto con los jugadores del Mosconia que permanecen en el club. "Siguen jugadores como Camboya o Cali, mientras que Diego ahora está en el cuerpo técnico, pero no he hablado con ellos a lo largo de la semana", asegura Polo. Castiello apunta que tampoco se ha cruzado ningún mensaje con sus excompañeros.

Sin embargo, ninguno de los dos se fía de su antiguo equipo. "Aunque en el partido que jugamos allí estuvimos francamente bien -el Langreo venció por 0-6-, son un buen equipo y eso es algo que se ve en la clasificación", asegura Polo. En la misma línea incide Pablo Castiello. El defensor cree que "están sorprendiendo a mucha gente con la gran temporada que están cuajando y como visitantes son un rival muy peligroso".