Álex Rubiera es uno de los puntales en los que se sustenta la buena marcha del Gijón Basket esta temporada. El gijonés nacido en 1998 es la principal figura emergente del baloncesto asturiano. Sus primeras canastas las dio en el colegio Inmaculada de donde pasó al Grupo Covadonga, en el que jugó varias temporadas hasta que decidió hacer un curso en Estados Unidos, donde jugó en el Vernonia High School en Oregón. A su vuelta defendió otras dos temporadas los colores del Grupo Covadonga, luego otra más en el Pozo Sotón de Mieres, en la que fue su debut en la Liga EBA, para recalar el pasado verano en Gijón. Su progresión llamó la atención de los responsables técnicos de las selecciones inferiores y Álex formó parte de las categorías sub-14 y sub-15. Su puesto natural es el de base, aunque esta temporada está jugando más de escolta, no en vano tiene en Sergio Llull a su jugador preferido. Esta temporada lleva una media de 33 minutos, 13, 4 puntos, 41 por ciento en tiros de dos y 30 por ciento en triples por partido.

"En septiembre, cuando se formó el equipo, se dudó mucho de nosotros como equipo, pero a base de trabajo y de confiar en nosotros comenzamos a ganar hasta tener una racha de 12 victorias consecutivas y a partir de ahí y con nuestro trabajo estamos segundos", señala Rubiera cuando la Liga está encarando ya el tramo final. Si la marcha del equipo está siendo muy superior a la esperada, Rubiera también está contento con su aportación personal: "Creo que este año estoy demostrando lo que aprendí el pasado en Mieres, donde no pude demostrar mi juego. Este año estoy aprovechando mejor los minutos y ayudando en lo que puedo a los tres americanos, especialmente en el aspecto anotador, aunque también trato de apretar en defensa. Somos un equipo joven".

El objetivo marcado al inicio de la temporada era asegurarse la permanencia, algo que ya han conseguido hace muchas jornadas, por lo que ahora se ponen miras más altas: "En la Liga EBA es muy complicado lograr el ascenso, pero vamos paso a paso y a estas alturas estamos arriba y había que cambiar el objetivo que es quedar segundo y poder organizar la Final Four de la conferencia".

El Gijón Basket puede dar este fin de semana un paso muy importante. Recibe en el pabellón de La Arena al Ponferrada, mientras que su principal rival en la lucha por la segunda posición, Chantada, visita al Marín, líder invicto del grupo, por lo que están ante la posibilidad de ampliar la ventaja que le saca al equipo gallego. "Si ganamos este sábado le sacaríamos dos victorias", resalta Álex Rubiera.

El equipo gijonés tiene una plantilla joven, pero con el alero Diego Sánchez como contrapunto de experiencia y veteranía. Para Rubiera compartir vestuario con él es importante: "Siempre se necesita a alguien más veterano en el equipo y en el caso de Diego es un lujo, se lo dije en la pretemporada, porque te permite aprender de él cada día. Es uno de los mejores jugadores en la historia del baloncesto asturiano y eso es algo que hay que aprovechar". Rubiera compagina el baloncesto con los estudios de Comercio y Marketing bilingüe, pero no quiere quedarse sólo como jugador de Liga EBA: "Soy una personas muy competitiva y ambiciosa y he trabajado mucho para llegar hasta EBA, pero mi objetivo es seguir subiendo en busca de mejora".