Unos están prácticamente condenados y, los otros, pelean por aferrarse a la salvación. Lo que queda patente es que ni TSK Roces, ni Avilés, están dispuestos a caer derrotados sin antes presentar batalla. El equipo gijonés es colista, con 17 puntos, pero mientras hay puntos en juego hay esperanzas y el conjunto que entrena Florín no se deja ir. Su intención es la de pelear cada partido, pase lo que pase. En esta ocasión, con la baja de Sergio por lesión, los gijoneses tratarán de darse una alegría a costa de un Avilés necesitado de puntos también al marchar en una delicada penúltima posición. El Roces no vence desde diciembre, una fecha desde la que el Avilés solo ha obtenido un triunfo.